La constructora Azagra registra un déficit o desfase patrimonial de 160 millones de euros, derivado de la crisis económica, según el informe concursal, de carácter provisional, hecho público por los administradores concursales, que será impugnado por accionistas de dicha empresa por estar disconformes con algunos aspectos de dicho informe.

Según han indicado a Europa Press fuentes judiciales, el informe provisional cifra el pasivo en algo más de 260 millones de euros, mientras que el activo no llega a 200 millones de euros.

Asimismo, este informe apunta la existencia de un déficit o desfase patrimonial de 160 millones de euros, que viene fundamentado en que el valor patrimonial actual de losa activos "han tenido un decremento de valor en base a que actualmente los activos patrimoniales valen menos por la crisis económica", de forma que ese desfase es consecuencia de "una actualización del valor de los activos patrimoniales, algo que depende de las circunstancias del mercado actual, tras el desplome del mercado inmobiliario".

De esta forma, las fuentes dejan claro que esa cifra "no se debe a ningún agujero patrimonial", sino que es la bajada del valor contable que existe en relación al momento de la presentación del concurso en febrero de 2012".

Las fuentes judiciales asimismo apuntaron que una vez hecho público este informe provisional, las partes podrán adherirse o presentar alegaciones hasta el viernes próximo, y han apuntado que algunos accionistas "van a impugnar el informe" al estar disconformes con algunas consideraciones. Posteriormente se deberá celebrar una vista y se deberá dictar sentencia, con posibilidad de recurso.

En ese sentido, los accionistas se muestran disconformes con el hecho de que el informe de los administradores concursales apunta que "no se ha justificado el desembolso de 4,4 millones de euros por parte de varios grupos accionistas en 2007.

De esta forma, apunta que "no queda suficientemente acreditado el desembolso de capital social por importe de 4.400.000 euros por parte de los grupos de accionistas integrados por la familia Amador y García Perelló en 2007".

El informe agrega que "a tenor de los documentos contables, se dice que efectuaron esa operación con cargo a reservas en el ejercicio 2010 cuando en el referido ejercicio no existían tales reservas, ya que existían pérdidas, pero por imperativo legal estaban obligadas a desembolsar en la referida ampliación de capital en metálico".

"Se debería haber desembolsado en 2010 no con cargo a reservas sino dinerariamente", agrega el informe, que apunta que ese dinero se considera y queda calificado como "crédito a favor de la masa hasta que no se justifique que ese desembolso sí se ha producido".

Ante esta situación, los accionistas se muestran disconformes con esta alusión al desembolso del capital, ya que consideran que "sí se ha realizado el desembolso", pero apuntan que se registró un "error contable, y en el futuro quedará acreditado que si se hizo ese desembolso". "La interpretación efectuada por el informe concursal puede ser rebatida al ser una interpretación errónea", agregan las fuentes.

Agregan asimismo que "no hay daños patrimoniales por tales circunstancias, pues el valor patrimonial neto de la sociedad no se ve perjudicado; la realidad fiel contable de la sociedad no se ha visto perjudicada".

La constructora Azagra se halla en concurso necesario de acreedores y solicitó al Juzgado de lo Mercantil que dicte la liquidación anticipada de la compañía, con la idea de poder empezar a vender y enajenar bienes y para "evitar gastos a la masa y poder empezar a pagar a los acreedores".

El titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla dictó un auto por el cual se ha declarado el concurso necesario de acreedores de la constructora Azagra, que posee una deuda cercana a los 300 millones de euros, según han informado a Europa Press fuentes cercanas a la empresa, quienes precisan que se ha nombrado como administrador concursal a PricewaterhouseCoopers.