El sindicato Sterm-Intersindical tacha de "retrógrada, segregadora y antidemocrática" la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) porque "transformará radicalmente el sistema educativo español", eliminará todo lo avanzado en los últimos 30 años, "y nos retrotrae a los modelos educativos de los años 70-80", antes de la implantación de la LOGSE, "con una creación de itinerarios educativos muy rígidos".

Así lo ha afirmado Juan Ángel Sánchez, quien ha destacado el primer encuentro de este martes entre la comunidad educativa y las organizaciones representativas del profesorado, padres y estudiantes en el Consejo Escolar del Estado, donde manifestarán su rechazo a este proyecto.

Se trata, ha resaltado el portavoz de Sterm, "la primera vez que el Ministerio de Educación va a sentarse y rechazar las propuestas de profesorado, padres y alumnado sobre este anteproyecto, que ni siquiera ha sido discutido con la comunidad educativa".

El sindicalista ha criticado, de tal forma, que sea "un texto cerrado" por el que desaparecerá la optatividad generalizada de las enseñanzas, "no habrá opción a que los propios alumnos o sus familias diseñen itinerarios alternativos" pues las enseñanzas "estarán reguladas por el Estado".

Además, provocará la pérdida de puestos de trabajo del profesorado, "una continuación de los recortes que el Ministerio y las comunidades autónomas habían iniciado con ocasión de los decretos-recorte". Y es que, ha asegurado, "miles de profesores de especialidades como Tecnología, Educación Plástica, Economía, Música, Griego o Latín "perderán sus puestos de trabajo porque van a desaparecer sus materias".

Esta nueva ley "abre también la vía del traslado forzoso de profesores a niveles educativos distintos", ha señalado Sánchez, quien teme que uno de los que se produzca con mayor rapidez sea "el desvío de profesores de las Escuelas Oficiales de Idiomas a los institutos de Educación Secundaria", lo que, a su juicio, "propiciará, en cierta medida, la privatización de unas enseñanzas que ahora mismo tienen mayor demanda".

Clases preparatorias a las reválidas

Según ha explicado Sterm en rueda de prensa, la LOMCE quita la capacidad de evaluar al profesorado, al dejar de existir el concepto de evaluación continua, "ya que el título se lo dará una prueba externa", con lo que "las clases se dedicarán a preparar ese examen, y no a aprender".

Esta reforma crea itinerarios irreversibles, pues desde 2º de la ESO, el alumnado estará orientado hacia unas enseñanzas determinadas, "cuando hasta ahora la educación era universal y se mantenía el mismo contenido hasta 4º".

Tras las reválidas de 3º y 6º de Primaria se puede producir un hecho "insólito" como es que a los 11 o 12 años, tras cursar primero de la ESO sin alcanzar los objetivos del curso, el alumno "puede ser catalogado ya como inservible para continuar los estudios, ser segregado y derivado a una vía que no tiene retorno, hacia la exclusión de por vida".

Al acabar 2º de la ESO, si supera los obstáculos anteriores, el alumnado deberá optar por uno de los itinerarios cerrados que derivan hacia FP o bachillerato. Mientras en 3º de la ESO, tras una nueva reválida que cierra el ciclo de tres cursos, se produce ya una nueva selección "irreversible" que se consolida en 4º, que se convierte en dos cursos muy diferentes, que preparan exclusivamente para el bachiller o la Formación Profesional.

Posteriormente, realizarán la reválida, pero si habiendo realizado la de FP se deciden por hacer bachillerato, deberán realizar la otra reválida y viceversa. Con la llamada FP inicial, ha agregado Sánchez, se pretende derivar a quienes hayan escapado a ese primer filtro hacia unas enseñanzas de nombre FP "pero que impiden posteriormente la continuidad de sus estudios en FP de grado medio o en cualquier otro tipo de estudios".

Se suprime la PAU, "pero a cambio se establece una reválida que no da acceso directo a la universidad, porque las universidades podrán establecer pruebas específicas para aquellas enseñanzas que requieran un número limitado de alumnos", por lo que "en la práctica seguirán existiendo las actuales PAU y se realizarán a continuación de una prueba obligatoria para obtener el título", ha indicado.

Autoritarismo y supondrá un mayor fracaso

Por lo que Sterm se opone a esta reforma y denuncia que "segregar al alumnado no significa potenciar sus individualidades"; eliminar programas de atención y refuerzo conduce a un mayor fracaso; hacer más rígidos los currículos y la organización de las enseñanzas impide al alumnado estudiar lo que verdaderamente desea; suprimir materias para aumentar la carga horaria de otros, "no supone que el alumnado mejore" y profesionalizar la dirección de los centros y suprimir controles internos, "conduce al autoritarismo y a una pérdida de democracia".

A esto se une, ha continuado, que el director se convierte en gerente y jefe de personal al modo empresarial en todos los aspectos, "que se hace con el control absoluto de la marcha del centro", mientras el profesorado y el Consejo Escolar, en general, "pierden peso" y la elección del director queda completamente en manos de la administración.

Por lo que, en palabras del sindicato, el objetivo de la Ley Wert, además de recortar, despedir y poner al profesorado bajo la bota de una dirección omnipotente, "es el de favorecer a la enseñanza privada y concertada".

Esta ley "no supondrá ninguna mejora, sino la pérdida de poder democrático en los centros, impedir que los alumnos estudien lo que necesiten y conllevar a un aumento del apoyo de las administraciones públicas a los centros privados y concertados", ha insistido el portavoz del sindicato Sterm-Intersindical, quien cree que la LOMCE "está basada en la oferta y la demanda" y "crea una mano de obra determinada para la Formación Profesional básica".

En opinión de Sánchez, "será una salida para que los centros coloquen a un montón de alumnos que están ahora mismo en programas de refuerzo", convirtiéndose en "aprendices" de las empresas, "sin tener opción de avanzar".