Después de duplicarse en unos gemelos en Historias robadas (Antena 3), sobre los niños robados en los hospitales, el actor goza ahora del éxito de Isabel, en La 1, una serie que estuvo a punto de quedarse en  el cajón por culpa de los recortes.

Habrá sido un alivio ver por fin la serie emitida ¿llegó a temer que no saliera?

Sí que lo temí, aunque mantuve la esperanza por la calidad de la serie, por su buena factura y el tema que trata. Pensé que quien lo viera, los nuevos directivos de TVE, estarían de acuerdo en emitirla, y por suerte así  ha sido.

Debe ser bastante frustrante esforzarse tanto en un trabajo y que nunca vea la luz...

Sí, la interpretación se convierte en arte cuando se comparte con el espectador. Es el objetivo final de todo esto.

Se ha comentado que se podría volver a plantear una segunda temporada, ¿le han llegado noticias al respecto?

Sí: está en el aire, TVE tendrá que decidir si la serie gusta y si tiene dinero suficiente. Eso que se ha dicho, que es una serie sin futuro, no es verdad. TVE está haciendo todo lo posible por sacar adelante la segunda temporada, siempre que siga gustando al espectador.

¿Le mantiene en vilo la audiencia?

Lógicamente me interesa, sigo la audiencia, y deseo que tenga el mayor éxito posible  pero no me quita el sueño, eso es parte de la profesión y depende de muchísimos factores. Son tantas variables que no puedo controlar que ya no me preocupo. Eso ya lo viví en su momento.

Encarnar a un personaje histórico de esta caladura es una gran responsabilidad, ¿cómo lo ha vivido?

Ha sido un gran reto, pero siempre es complicado hacer una serie histórica, por los textos y las ropas. Pero está siendo muy divertido.

¿Qué opinión tiene de Fernando de Aragón?

Era un tirano de la época, yo le acabé apodando 'el simpático tirano'. Por lo que se cuenta era un tipo muy afable, muy familiar, muy amoroso y respetuoso con Isabel, pero no dejaba de ser un tirano. Podía estar besando a su hijo y en la siguiente secuencia enviar a alguien al verdugo.

¿Le ha cambiado la visión que tenía del rey católico después de ponerse en su piel?

Más que cambiar la visión, se me ha ampliado. Ya sabía que era un gran político, pero luego supe que El príncipe de Maquiavelo estaba basado en César Borgia pero también el él. Fernando tramaba, manipulaba... todo por ampliar su reino, y eso le da mucha profundidad.

¿Ha pensado en la influencia que puede tener esta serie, que cuando los niños aprendan quién era Fernando el Católico, le vean a usted?

No sé hasta qué punto podrá tener esa influencia, yo espero que sí, que la esté viendo mucha gente. Espero que sea un personaje que marque a la gente, pero espero que no sea el que más marque en mi carrera.

¿Personalmente le ha marcado?

A mí me ha marcado mucho porque es un personaje muy rico y complejo. Es muy bonito interpretarlo en este momento, desde una madurez de actor.

¿Hasta qué punto se acerca la serie a la realidad histórica?

En aquella época había muchos escribanos que dejaron testimonio de los hechos, aunque algunos exageraran. Otras cosas no se sabe si es leyenda, pero todo lo que sale en la serie está basado en la historia o en leyendas que se cree que fueron verdad. Creo que es bastante fiel.

La audiencia está deseando ver el encuentro con Isabel ¿cómo va a ser su relación?

Su relación es muy compleja. Isabel tenía las cosas muy claras y Fernando también, así que lógicamente chocan, pero al final juntos siempre llegan a buen puerto. Los dos querían reinar, y tener ese objetivo en común les hacía llegar a un entendimiento. Además, aunque era un matrimonio pactado, tuvieron la suerte de llevarse bien y yo creo que llegaron a enamorarse, al menos Isabel. Fernando, por lo visto, era un poco más díscolo, pero creo que la amaba y la respetaba.

En aquella época Castilla y Aragón se esforzaban por unirse y ahora vivimos el proceso contrario. Invita a la reflexión, ¿no cree?

En realidad Fernando de Aragón ya tenía en aquella época bastantes problemas con los catalanes; así que lo que vivimos hoy viene de lejos... Pero en la política del presente, no entro.

¿Es una profesión de riesgo ser actor de televisión hoy en día?

Es una profesión de riesgo ser actor en general, pero lo que tiene más riesgo es ser un actor de cine nada más. Es algo que va con la profesión, a pesar de que estamos pasando una crisis muy pronunciada siempre ha sido así; a lo mejor un actor se tira dos años sin trabajar con un Oscar en el salón de su casa. Hay que ser actor cuando las cosas van bien y cuando van mal.

Y luego de repente salen todos los proyectos a la vez, como en su caso.

Sí, es así de misterioso e incontrolable. Hay gente que me dice "eh, ahora estás en todo" pero tanto la miniserie de Historias robadas como Isabel iban a salir hace mucho tiempo y las dos cosas fueron cortadas.

Así que lo que hay que hacer es trabajar mucho para que salga el mayor número de proyectos.

Sí, trabajar mucho, pero también con la mayor calidad posible. A veces eso da mejores resultados que el trabajar mucho, mucho, mucho, que también tengo esa experiencia. He hecho muchas películas que no se han visto. Lo importante es acertar con el guion, con el personaje y con todo lo que le envuelve, y eso es muy difícil de saber hacer.

¿Es selectivo?

Sí, hasta un punto sí, lo que más me mueve es el tipo de personaje que voy a interpretar. Si  es aburrido o no da mucho de sí o creo que no va estar bien dirigido... Hay muchas cosas que me pueden echar para atrás.

¿Qué es lo próximo que veremos de usted?

Tengo una película en ciernes que me hace mucha ilusión, porque es precisamente el ejemplo de lo que te decía. Se llama Las Nornas, está dirigida por un director novel, Fernando J. Muñez, y el personaje es maravilloso, con muchísima intensidad y muy misterioso, es esos casos en los que te lanzas a la piscina porque crees en el proyecto, crees en la historia y en el director. También tengo otro proyecto muy importante para mí, La redota, que es una película de época dirigida por Cesar Charlone sobre el libertador de Uruguay, Artigas, pertenece a una serie de películas que mi padre [Sancho Gracia] ideó en su momento, Los libertadores, producida por él y por Wanda Films.