Los menores han pasado ya a disposición de la Fiscalía de Menores, que realizará un examen piscológico a los imputados para determinar las medidas a aplicar, aunque a tres de ellos no se les puede imputar ningún delito por no alcanzar los 14 años de edad.

Los otros cuatro declararon ayer por sus actos vandálicos y, según fuentes policiales, sus padres podrían ser declarados responsables subsidiarios de las pérdidas económicas sufridas por el colegio, que, aunque no han sido evaluadas, se situarían en torno a los 18.000 euros.

Los siete jóvenes, todos ellos estudiantes de segundo de ESO, planearon el asalto de forma concienzuda, según Policía Nacional. Para tener un punto de acceso rápido y fácil, antes del fin de semana aflojaron los tornillos de la ventana de un aula de la planta baja. El día del asalto se presentaron allí con varias objetos contundentes, entre ellas un bate de béisbol y un martillo.

La zona más perjudicada fue la planta baja, en las clases de ESO, sala de profesores y aulas de prácticas de física y química. En el primer piso destrozaron aulas de bachillerato y el cuarto de la fotocopiadora, a la que rociaron con alcohol y quemaron.

Contrariedad en el centro

El director del colegio Condes de Aragón se mostró ayer «contrariado» por el hecho de que siete de sus alumnos hubieran sido los autores de los destrozos. Rafael Santacruz no quiso hacer ninguna declaración más al respecto, ni identificó a los estudiantes implicados en los ataques como jóvenes especialmente problemáticos. Es la primera vez que se produce un acto vandálico de estas dimensiones en el colegio, un centro concertado en el que estudian alrededor de 650 alumnos de entre 3 y 18 años.