Inician la fase II del estudio de electroestimulación que pretende frenar el deterioro cognitivo del Alzheimer

Abre la puerta a la colaboración a equipos españoles que estén interesados en participar en posteriores fases clínicas

El neurocirujano del 'Toronto Western Hospital' Andrés Lozano, español que se afincó en Canadá con su familia cuando solo tenía tres años (Sevilla, 1959), ha anunciado que la fase II del estudio multicéntrico de electroestimulación que pretende frenar el deterioro cognitivo del Alzheimer, y que este especialista dirige junto a otros cuatro centros hospitalarios más de EEUU y Canadá, ha comenzado este año, si bien no será hasta finales de este 2012 cuando se concluya la fase de reclutamiento del medio centenar de pacientes que participarán en el mismo.

Lozano, que ha participado esta semana en Sevilla en la 'XII Reunión Anual del Colegio Internacional de Psiconeurofarmacología Geriátrica', ha anunciado en una entrevista concedida a Europa Press que tras los "interesantes resultados" que se obtuvieron en la fase I de este estudio, que inició con seis pacientes allá por 2007, a los que se les siguió durante un año y cuyos resultados publicaron en 2010, han comenzado desde este pasado mes de mayo a reclutar a nuevos pacientes para la fase II.

"Ya hemos operado a cuatro pacientes —a los que se les injerta electrodos en zonas muy concretas del cerebro con los que se llevará a cabo la electroestimulación al enfermo— en el inicio de esta fase II de nuestra investigación, que es a doble ciego", ha adelantado este especialista, pionero en el campo de la electroestimulación cerebral para tratar el Alzheimer cuando, por casualidad e intentando controlar el apetito de un paciente obeso mediante la estimulación cerebral, su equipo se dio cuenta de que el paciente en cuestión podría recordar al detalle episodios ocurridos décadas atrás en su vida al activarse resortes del circuito de la memoria.

En cuanto a este medio centenar de pacientes que reclutarán hasta final de año, ha explicado que, a la mitad de ellos, se les estimulará con los electrodos nada más ser intervenidos, "mientras que a la otra mitad no les 'encenderemos' el mecanismo hasta pasado un año de su colocación" —el fase II se prevé concluya a finales de 2013, momento en el que se les activará a este último grupo—.

"Al ser doble ciego, ni yo ni mis pacientes sabemos cuales son los pacientes que tienen los electrodos encendidos en su cerebro, por lo que, a priori, no sabemos si mejoran por la electroestimulación o no", ha puntualizado Lozano, quien, con todo, ha reconocido que desde su grupo "pensamos que los que tengan la electroestimulación al menos se mantendrán y no perderán más memoria, frente a los que no se les active pasado el año, cuyo deterioro seguirá adelante".

Ahora mismo, ha proseguido, "estamos evaluando la curva de deterioro en todos los pacientes mediante test cognitivos en los que, por ejemplo, se le presentan a estos pacientes una lista de 10 palabras para saber si las conocen o no".

"Nuestra esperanza es que, si todo va bien, podamos emprender un fase III con unos 200 pacientes y un posterior estudio en fase IV", ha proseguido en su entrevista con Europa Press Lozano, quien ha estimado que esta fase II "nos tomará unos dos o tres años de tiempo", mientras que la futurible fase III "nos llevaría otros tres años. Hablamos de uno seis años en total".

Abiertos a la colaboración de centros europeos

Para ésta y las siguientes fases, ha abierto la puerta a la colaboración de equipos europeos y, por supuesto, españoles. "Si están interesados en este tipo de estudios, me gustaría que participasen más centros, sobre todo, de España".

Respecto a la evolución de estas investigaciones, pese a las normales cautelas que todo investigador siempre antepone a sus trabajos, se ha mostrado "optimista", ya que, hasta ahora, "hemos visto resultados esperanzadores".

Con todo, ha enfatizado en la necesidad de "elegir muy bien el perfil del paciente", ya que sus estudios se centran "en pacientes con alzheimer leve, puesto que hemos visto en los test previos que los que estaban en grado moderado o severo no han obtenido buenos resultados".

"No ha habido mejoría en estos otros pacientes a priori, algo que pensamos que se debe a que el circuito (neuronal) está tan dañado que ya es demasiado tarde para intervenir", ha admitido Lozano, quien ha aclarado al respecto que el circuito se destroza tanto con la progresión de enfermedad, "que no queda ya circuito neuronal, por lo que no hay nada que estimular".

Puerta hacia el futuro de miles de patologías

Sea como fuere, este investigador se ha mostrado esperanzado en que este tipo de estudios de neuroestimulación abran la puerta a futuros tratamientos para cientos de patologías.

"Podríamos controlar, aumentar o disminuir la actividad de centros neurálgicos del cerebro en función del tipo de patología, siendo ya lo importante, que no es poco, el colocar en el lugar exacto el electrodo y saber que tipo de intensidad se necesita" para cada patología, ha concluido.

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