Editan en España la primera novela gráfica sobre el periodista extremo Hunter S. Thompson

  • Es la primera vez que la vida de excesos, provocación, ruptura de normas y grandes momentos creativos del periodista 'gonzo' es llevada al cómic.
  • Los autores son los ingleses Will Bingley (guión) y Anthony Hope-Smith (dibujo).
  • Lee el primer capítulo de "Gonzo" en PDF
Hunter S. Thompson, dibujado en la cubierta de la novela gráfica "Gonzo"
Hunter S. Thompson, dibujado en la cubierta de la novela gráfica "Gonzo"
Will Bingley y Anthony Hope-Smith / 451 Editores
Hunter S. Thompson, dibujado en la cubierta de la novela gráfica "Gonzo"

"Hunter era adicto a las drogas y el alcohol, era egoísta, desagradable y obsesivo, se comportaba de forma horrible tanto en privado como en público, pero era también un observador muy sensible, inteligente y crítico de la sociedad, el gobierno, la política y el periodismo". La corta semblanza formulada por Alan Rinzler, uno de los editores más sagaces de los EE UU, dibuja el equilibrio entre los dones y torpezas de Hunter S. Thompson (1937-2005), uno de los más influyentes cronistas del siglo XX. Quizá sin las segundas no nos hubiera deleitado con los primeros.

La vida de excesos, provocación, ruptura —meditada o irreflexiva— de normas, dependencias, dilapidación, paranoia y extremismo de Thompson, inventor del llamado periodismo gonzo, donde el reportero narra en primera persona y también en primera persona sufre y disfruta, es llevada ahora a la novela gráfica por vez primera. La editorial 451 Editores edita Gonzo, la historia gráfica de Hunter S. Thompson, de los ingleses Will Bingley (guión) y Anthony Hope-Smith (dibujo).

"En mi caso han funcionado"

La novela gráfica (182 páginas, 19,5 euros) reúne la fuerza de las ilustraciones con la precisión de las palabras, muchas de ellas citas de Thompson, un as en la redacción de frases implosivas y sinceras —dos ejemplos: "un ácido cuesta cinco dólares y con él puedes escuchar toda la Sinfonía Universal con Dios cantando en solitario y el Espíritu Santo en los timbales", "no recomiendo el uso de drogas peligrosas, el consumo del alcohol, o la locura, pero en mi caso han funcionado".

Con ecos de la contracultura, la generación Beat, el movimiento contestatario de fines de los años sesenta, el estilo Gonzo, según queda claro en la obra, es la búsqueda desesperada por la identidad. "El cronista se convierte en protagonista, promoviendo su acción y sufriendo sus consecuencias: el gran iconoclasta americano, el gran provocador americano, el gran hedonista americano", dicen los editores.

"EE UU es un monstruo nazi"

Aunque lo mejor de Thompson siguen siendo sus modélicos reportajes —sobre todo Los Ángeles del Infierno, Miedo y asco en Las Vegas y la recopilación La gran caza del tiburón, todos disponibles en español desde hace décadas en el catálogo de Anagrama—, la novela gráfica de Bingley y Hope-Smith es un buen primer acercamiento al desesperado y neurótico periodista que estaba convencido de la degradación de los EE UU: "Nos hemos convertido en un monstruo nazi a los ojos de todo el mundo: una nación de abusadores y cabrones que prefieren matar a vivir pacíficamente. No solo somos putas por poder y petróleo, sino putas asesinas con odio y miedo en nuestros corazones".

La agonía que llevó al cronista despierto a convertirse en un monstruo paranoide y reaccionario también queda patente en la obra, que culmina, como no podía de ser de otra forma, con el suicidio del protagonista (un tiro en la cabeza con una de sus muchas pistolas) en su casa fortificada. Según recoge la novela gráfica, lo último que tecleó en su máquina de escribir fueron estas cuatro líneas: "Se acabaron los juegos. Se acabaron las bombas. Se acabó el caminar. Se acabó la diversión".

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