Un edificio medievalacoge desde hace pocas semanas al rehabilitado Museo de las Culturas del Vino de Cataluña (Vinseum), ubicado en el antiguo Palacio Real de Vilafranca, edificio de 1209 que fue residencia de reyes y condes en sus desplazamientos por el reino de Aragón.

En realidad, el museo nació en 1934, pero es ahora cuando cobra un impulso definitivo con el proyecto de rehabilitación del arquitecto Santiago Vives. Las colecciones que alberga se han estructurado alrededor de un guión narrativo: el vínculo con la tierra, el proceso de elaboración del vino, la comercialización, su influencia sobre las gentes y los debates en torno a una buena copa.

Se estructura en seis ámbitos que recorren la historia y la cultura del vino, los cuidados de la tierra y la cosecha para que los caldos adquieran cuerpo y personalidad, las tecnologías en el cuidado de las vides, las herramientas que se emplean en la cosecha y la elaboración de los vinos, el proceso de fermentación y los lugares más adecuados para que este proceso llegue a buen fin, el embotellado, los tapones... Un proceso largo durante el que es necesario vigilar con mucha atención la transformación. Así, podemos ver desde ánforas hasta odres de piel, botas o alambiques.

Poesía, música, canciones, grabados, cerámica, copas..., todo el imaginario alrededor del vino tiene un hueco en las vitrinas de Vinseum, donde también se exponen diferentes obras de arte que tienen al vino como protagonista. El museo está situado en Vilafranca del Penedés. La entrada cuesta 7 euros, 4 reducida y es gratuita para menores de 12 años. Su horario es de martes a sábado de 10 a 14 h y de 16 a 19; domingos y festivos, de 10 a 14 h (www.vinseum.cat).

Uno de los inquilinos más destacados del Palacio Real de Vilafranca fue Pedro III de Aragón, bajo cuyo reinado la corona aragonesa ejerció gran dominio en el Mediterráneo.

En 1285, camino de Salou para embarcar con su flota hacia las Islas Baleares, donde pretendía luchar contra su hermano Jaime II, rey de Mallorca, cayó enfermo y tuvo que detenerse en esta residencia real. En una de sus dependencias murió poco después, a la edad de 45 años.