En sentido contrario (Madrid-Zaragoza), el servicio se incrementará con dos trenes los viernes y domingos (12.30 y 17.50 h) y uno el resto de días (12.30 h), excepto los sábados . Así, se ha intentado reforzar la línea, sobre todo en los días de más tránsito de viajeros (lunes, viernes y domingos). Las nuevas circulaciones suponen un aumento de servicio del 11% en días laborables y del 22% los viernes.

La entrada en funcionamiento de estos trenes coincide con el aumento de la velocidad máxima, que, como ya anunció 20 minutos, subirá hoy hasta los 280 km/h. Hasta ahora, el AVE circulaba a 250 km/h y se pretende llegar a los 300 km/h. Cuando se inauguró esta línea, hace tres años, no se pudo implantar el sistema que permite alcanzar esa velocidad. Al principio, los AVE iban a 200 km/h, y hasta hoy, a 250 km/h. Con el aumento de velocidad a 280 km/h, los viajes Zaragoza-Madrid durarán cinco minutos menos.

Desde Renfe afirman que, a pesar del aumento de velocidad, el precio del billete no variará hasta enero del año que viene y adoptarán la subida habitual de principios de año, dado que el ahorro de tiempo será mínimo.

Cada minuto ganado, 3,7 millones

Desde que el AVE empezó a circular entre Madrid y Lleida, el tiempo de trayecto se ha reducido en algo más de 20 minutos. Para conseguirlo ha habido que implantar un nuevo sistema y realizar varias pruebas, lo que ha supuesto un gasto de 74 millones de euros. Así pues, por cada minuto ganado en el viaje se han invertido 3,7 millones. Renfe reconoce que la nueva velocidad máxima (280 km/h) no implica un ahorro de tiempo significativo, pero es importante para rodar y comprobar el remozado sistema de control de la línea.