El narcontraficante Luis Falcón y su mujer niegan haber tenido que ver con el tráfico de drogas

Reconoció un delito contra la Hacienda Pública, al no declarar entre el 10 y el 15% del dinero que ganaba en la venta de algunos pisos

El histórico narcotraficante vilagarciano Luis Falcón Pérez, conocido como 'Falconetti', ha negado este martes en la Audiencia Provincial de Pontevedra cualquier relación con el tráfico de drogas y que entre los años 1970 al 1997 blanquease dinero procedente del narcotráfico, como sostiene el fiscal.

'Falconetti' atribuyó sus ingresos sin justificar a que no declaró ante Hacienda todo el dinero que ingresaba por sus empresas en la construcción y la hostelería.

Luis Falcón, de 72 años de edad, se sentó junto a su mujer, Digna Díaz, en el banquillo de los acusados para responder de un delito continuado de blanqueo de capitales que la Fiscalía Antidroga sostiene que cometió al lavar dinero negro supuestamente procedente del narcotráfico.

El procesado señaló que los desequilibrios contables detectados se deben a que sólo declaraba a Hacienda el 5 por ciento de lo que ganaba en hostelería y en sus negocios de construcción ocultaba entre el 10 y el 15% de los beneficios.

El procesado fue condenado por la Audiencia de San Sebastián en 1990 a doce años de prisión como jefe de una organización que programó introducir más de una tonelada de hachís en barco para distribuirla por Europa. Finalmente, cumplió seis años de cárcel. "Cumplí seis años a pulso sin tener nada que ver con el tráfico de drogas ni nada", ha manifestado.

"Nunca he traficado con droga ni traficaré nunca con droga, nadie me puede acusar de haber traficado con droga", ha asegurado ante el tribunal indignado.

NEGOCIOS

En su comparecencia ante el tribunal pontevedrés hizo un extenso relatorio de todos los negocios que tuvo desde que dejó el colegio a los 12 años, que van desde molino de maíz a distribuidor de marisco, propietario de una barra americana y otros de hostelería y finalmente promociones inmobiliarias.

Luis Falcón tan sólo reconoció un delito contra la Hacienda Pública, al señalar que no declaraba entre el 10 y el 15% del dinero que ganaba en la venta de algunos pisos y que en el caso de sus negocios de hostelería (de chiringuitos de playa a organización de eventos, restaurantes, máquinas tragaperras, hoteles y un bingo) tan sólo tributaba el 5% de lo que ganaba.

En cuanto a su esposa, Digna Díaz, que llegó a llorar dos veces durante su declaración, manifestó en la sala que en la actualidad padece un cáncer y que en el momento en el que según el fiscal cometió los delitos estaba enferma de bronquitis atrófica y padecía una profunda depresión.

Digna Díaz negó toda vinculación de su marido con el narcotráfico. "Por favor, jamás. Ni lo he conocido yo ni anduvo jamás", ha declarado. "Me dediqué toda la vida a trabajar", ha aseverado, para añadir que estaba al tanto de los negocios de hostelería e inmobiliarios de los que era propietaria junto a su marido, pero no del día a día de los mismos. "A raíz de mi enfermedad, él dejó de llevar los problemas a casa", ha apostillado.

Origen ilícito

El fiscal sostiene que compraron la inmobiliaria O Castriño S.A. y "vinieron utilizando la referida sociedad mercantil para intentar justificar y ocultar el origen ilícito de los fondos procedentes del narcotráfico que, regularmente, eran inyectados en el tráfico mercantil ordinario de la sociedad que, de esta manera, competía en condiciones de desigualdad en el mercado al contar con una fuente de financiación extraña a su actividad comercial".

Por ello, el fiscal pide una condena de tres años de prisión porque los hechos llegan a juicio 15 años después de que concluyese el delito del que se les acusa. También pide para ambos acusados una multa de 2.597.461 euros y el comiso y la adjudicación al Estado del dinero que la Fiscalía sostiene que blanqueó o la incautación de bienes por ese valor.

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