El presidente de Foro Asturias y ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, ha rechazado hoy que se "atribuya" al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, parte del éxito cosechado por el Partido Popular en las elecciones gallegas celebradas este domingo, en las que Alberto Núñez Feijóo renovó su mayoría absoluta. A juicio del político asturiano, el candidato gallego "no engañó a nadie", mientras que "los incumplimientos y engaños de Rajoy han llevado a España al borde del rescate.

En declaraciones a Onda Cero Asturias, el presidente de FORO, Francisco Álvarez-Cascos, ha afirmado que "los resultados de las elecciones gallegas y vascas se deben de valorar fundamentalmente en clave autonómica, que es como votaron ayer los gallegos y los vascos, porque los intentos de explicarlos en clave nacional entran en otra categoría que es la categoría de las interpretaciones al gusto del consumidor".

En Galicia, señala Cascos, "Núñez Feijóo volvió a ganar y amplió su mayoría absoluta porque durante cuatro años cumplió su programa, no engañó a nadie, acertó casi siempre con sus propuestas, controló responsablemente el presupuesto de gastos, sin recortes dañinos en los servicios esenciales y por ello, no necesitó acudir a ningún rescate". En resumen, "supo aumentar la confianza entre los gallegos para salir de la crisis, en lugar de destruirla con mentiras e incumplimientos, y emprender así una senda de progreso y de crecimiento, ejemplo para otras Comunidades españolas como Asturias", opina el presidente de Foro.

"Atribuir a Rajoy una parte del éxito de Núñez Feijóo me parece poco justificable porque sus engaños, sus incumplimientos, y sus improvisaciones han colocado a España al borde del rescate, y están generando un enorme deterioro de la confianza que obtuvo hace menos de un año", señala. Recuerda además, que el propio líder popular gallego hizo una campaña "lo más alejada de Rajoy".

Sobre la jornada electoral en el País Vascos, considera que "el gobierno de Patxi López basó su actuación en una errónea y confusa política de Estado apoyada por el PP, muy aplaudida en Madrid pero que en Euskadi solo sirvió para alentar el nacionalismo, con beneficio para Bildu que es el gran triunfador de ayer".

Álvarez-Cascos añadió que "en el campo de las interpretaciones en clave de política nacional, las extrapolaciones suelen jugar malas pasadas si se quedan en simples comparaciones aritméticas". Es mucho menos sorprendente lo que sucede con el PSOE, considera, porque "precisamente porque Andalucía fue para Rubalcaba lo que Galicia es hoy para Rajoy: un puro espejismo de la crisis de credibilidad que arrastra desde los resultados de las generales de noviembre de 2011, y que camina hacia la catarsis si en Cataluña se confirman estos mismos resultados para los socialistas".