Obama y Romney se enfrentan, empatados en las encuestas, en su último debate

Vista del Centro de Artes el lunes 22 de octubre de 2012, previo al inicio del tercer y último debate del presidente estadounidense, Barack Obama, que aspira a la reelección, y su rival republicano, Mitt Romney, en la Universidad Lynn en Boca Ratón, Florida (EEUU).
Vista del Centro de Artes el lunes 22 de octubre de 2012, previo al inicio del tercer y último debate del presidente estadounidense, Barack Obama, que aspira a la reelección, y su rival republicano, Mitt Romney, en la Universidad Lynn en Boca Ratón, Florida (EEUU).
EFE/ERIK S. LESSER
Vista del Centro de Artes el lunes 22 de octubre de 2012, previo al inicio del tercer y último debate del presidente estadounidense, Barack Obama, que aspira a la reelección, y su rival republicano, Mitt Romney, en la Universidad Lynn en Boca Ratón, Florida (EEUU).

Los candidatos a la presidencia de EE UU, Barack Obama y Mitt Romney, prepararon este domingo la batería de argumentos para su tercer y último debate de este lunes sobre política exterior en la Universidad Lynn, en el sur de Florida.

En este sentido, Jim Messina, el jefe de la campaña para la reelección del presidente Obama, se proclamó este lunes "optimista" pese al reñido pulso final y dijo que las "decenas de miles" de voluntarios en todo el país asegurarán la victoria.

Messina aseguró que durante las dos semanas que quedan para las elecciones la campaña se concentrará en convencer a los indecisos. Y lo harán, explicó, recurriendo a los métodos más tradicionales: puerta a puerta y con llamadas de teléfono.

"Creemos que en las últimas dos semanas importan menos los anuncios de televisión, aunque los nuestros son muy buenos, y más las conversaciones tú a tú en los estados bisagra sobre a quién debería de votar la gente y por qué", explicó. Para lograr ese objetivo, cuentan con un regimiento sobre el terreno, "mucho mayor", dijo, que el de los republicanos. "En cada uno de los estados bisagra (como se conoce a la alrededor de decena de estados que decidirán las elecciones) tenemos más gente sobre el terreno que el otro bando", apuntó Messina.

Messina dijo no que no está sorprendido por la falta de empuje de la campaña: "Sabíamos desde un primer momento que esta iba a ser una elección muy ajustada y nos hemos estado preparando para ello", señaló.

Los candidatos, preparados

Obama estuvo recluido durante el fin de semana con su equipo de asesores en la residencia presidencial de Camp David, en las montañas de Catoctin en Maryland, mientras que Romney eligió para su puesta a punto un centro en la playa de Boca Ratón, la soleada localidad de Florida que acogerá el decisivo cara a cara televisado del lunes.

El consenso de analistas coincide en que Romney parte con desventaja para la cita, que se producirá a tan sólo 15 días de las elecciones del 6 de noviembre y con ambos candidatos empatados en las últimas encuestas.

"Romney llega a este debate con una desventaja significativa, porque no ha tenido las sesiones informativas diarias sobre asuntos internacionales y de seguridad nacional que, como presidente, ha tenido Obama desde el 2009", explicó.

Bruce Gronbeck, profesor emérito de la Universidad de Iowa, recordó que Obama puede también alardear de logros como la retirada de las tropas de Irak, la planeada salida de Afganistán o el golpe asestado a Al Qaeda con la muerte de su cabecilla, Osama bin Laden. Los expertos no esperan, de todos modos, que Romney se amilane frente a la superioridad de partida de Obama.

"Por lo que he podido saber, Romney tratará de redirigir las preguntas para cuestionar el liderazgo de Obama y su capacidad de atraer inversiones y generar puestos de trabajo", indicó Negroponte.

Romney acusa al presidente de falta de determinación e inconsistencia y lo culpa de no tener suficiente mano dura con China o Irán, de perseguir el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU en sus políticas hacia Siria y de flaquear en su compromiso con aliados como Israel.

Acuerdo entre EE UU e Irán

La noticia publicada el sábado por The New York Times de un acuerdo entre EE UU e Irán para entablar conversaciones directas sobre el programa nuclear de Teherán después de las elecciones podría ofrecer munición a Romney pese al desmentido oficial. El republicano califica de inaceptable no solo que Irán llegue a tener un arma nuclear, sino el que posea capacidad para desarrollarla, y promete que de llegar a la Casa Blanca impondrá sanciones más duras a Teherán.

En el caso sirio respalda armar a la insurgencia y en Afganistán aboga por revisar con los responsables militares la prevista retirada de las tropas en 2014, aunque no ofrece detalles concretos.

El exgobernador de Massachusetts trató de atacar la política exterior de Obama en el debate de la semana pasada, cuando aseguró que el presidente había necesitado dos semanas para calificar el ataque contra el consulado de EEUU en Bengasi (Libia) como un atentado terrorista. Obama lo acalló diciendo que había tardado un día y dijo sentirse "ofendido" con los intentos de politizar una tragedia que costó la vida al embajador de EE UU en Libia, Chris Stevens, y a otros tres estadounidenses.

Los expertos no descartan que pese a ese desliz, acuñado ya como el "momento Libia", Romney trate de hincar nuevamente el diente a lo sucedido en Bengasi, pero adelantan que sus líneas de ataque se centren en China, Siria, Irán e Israel, y en intentar presentar al presidente como débil en temas de política exterior.

"Durante sus grandes discursos en política exterior en El Cairo, Praga, Moscú y Accra en el 2009, Obama dijo que EE UU quería actuar más como un aliado que como una gran potencia dominante, pero creo que mañana hará hincapié en el liderazgo estadounidense", dijo James Mccormick, de la Universidad Estatal de Iowa.

Israel y el voto judío

Mccormick y el resto de expertos consultados coinciden en que Israel será uno de los asuntos más espinosos en el debate de Florida. Los republicanos han criticado duramente a Obama por no haber hecho un hueco en su agenda para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante la Asamblea General de Naciones Unidas el mes pasado en Nueva York.

El presidente, dicen los analistas, tendrá que hilar fino en sus respuestas sobre Israel, dada la importancia del voto judío en un estado como Florida, que podría ser clave el 6 de noviembre.

El debate de 90 minutos, moderado por el veterano periodista del canal de televisión CBS Bob Schieffer, estará dividido en seis segmentos: el papel de EE UU en el mundo; la guerra en Afganistán; Israel e Irán; los cambios en Oriente Medio y el nuevo rostro del terrorismo; el ascenso de China y el mundo del futuro.

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