La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León ha sido la sede elegida para el encuentro del grupo de trabajo de Oso Pardo del Comité Estatal de Flora y Fauna, según informaron fuentes de la Administración regional.

Éste foro técnico tiene por objeto la coordinación entre las administraciones autonómicas con responsabilidad en la especie y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de intercambio de información y experiencias en la especie, así como la propuesta de líneas comunes de trabajo para la conservación y recuperación de este plantígrado.

En esta ocasión el grupo ha analizado, además del intercambio de información y experiencias, la evolución de sus poblaciones tanto cantábrica como pirenaica, el análisis de la situación de casos específicos de ejemplares y el la posible revisión de la Estrategia Nacional de Conservación del Oso Pardo, aprobada en 1999.

Castilla León comparte con Asturias, Cantabria y Galicia la población de oso pardo cantábrico. La evolución de esta población parece que consolida una vía de recuperación, mucho más acusada en la subpoblación occidental que en la oriental.

Intentar consolidar esta tendencia, en especial en la población oriental, la preservación y mejora de sus hábitats, el análisis y la potenciación de las posibles vías de conexión entre las subpoblaciones, de manera que se recuperasen las tasas de diversidad genética, y la mejora en la información y en las pautas de convivencia con esta especie son posiblemente los retos que, continuando con las acciones ya emprendidas desde hace años, pueden conseguir que esta especie pueda, en un plazo medio, abandonar el poco gratificante estatus de en peligro de extinción.