El coordinador de Economía e Industria del grupo socialista en las Corts, Francisco Toledo, ha pedido la dimisión del conseller de Economía, Máximo Buch, por la "chapuza" que ha hecho con la reestructuración del sector público empresarial, según ha indicado el parlamentario autonómico en un comunicado.

Toledo ha explicado que el Consell ha acordado mantener nueve empresas y fundaciones que "el mismo Gobierno valenciano aprobó disolver en mayo", por tanto, "están impugnando su propio acuerdo". Para el diputado, esto demuestra la "frivolidad con la que tratan el tema" y ha criticado "la improvisación, porque lo que aprobó en mayo lo reforma ahora y, además, se evidencian las presiones del PP para mantener determinados chiringuitos del partido".

De esta manera, ha señalado que el Consell acordó en mayo que se crearían 18 empresas, sin embargo, "hoy ha decidido que dos de esas empresas no se van a crear y, en cambio, nueve empresas y fundaciones que decidió disolver se mantienen, por tanto, han incrementado de 16 a 25 el número de empresas, un 56 por ciento más de lo que decidió hace unos meses".

En este sentido, ha advertido de que una de las fundaciones que se mantienen es Favide que "no sólo se anunció que se suprimiría en el primer acuerdo del Consell, sino que en agosto presentaron otro acuerdo de disolución".

Sin embargo, ahora mantienen esta fundación con la nueva reestructuración cuando "ha aumentado su presupuesto de personal, ya que, en 2012 tienen presupuestado 2,7 millones de euros y en la cuenta general de 2010 tenían 2,3 millones, por tanto, hay muchas bocas que alimentar".

Mantiene los grandes eventos

En este sentido, Toledo ha criticado que el PP "ha tardado 15 meses en tomar una decisión que debía haber tomado en tres meses", por ello, ha denunciado que "este retraso nos ha salido carísimo a los valencianos". Además ha apuntado que "a esto hay que añadir que la reestructuración mantiene las cinco empresas que gestionan los grandes eventos".

A su juicio, esto "reafirma" que Fabra "sigue apostando por proyectos ruinosos que deberían suprimir de una vez". Ante esto, los socialistas consideran que Fabra "debía empezar la gran reforma por estas empresas y no por las empresas que prestan servicios básicos a la ciudadanía".