Cinco parques nacionales, la España excepcional

Aire puro, naturaleza y belleza. Es hora de perderse entre árboles y tranquilidad. Podemos elegir uno de estos cinco enclaves excepcionales para descubrir parajes vírgenes de todo tipo: los Parques Nacionales, unas vacaciones diferentes.

El Parque está en pleno centro de La Mancha, y es el último representante de un ecosistema denominado tablas fluviales, que se formaron por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela al confluir, favorecidos por la escasa pendiente del terreno.

En el Parque Nacional de Tablas de Daimiel destacan los molinos, que eran núcleos sociales donde se molía el trigo, se vendía la pesca y la caza, se podía comer, dormir e intercambiar productos.

Situado al norte de la provincia de Lleida, en los Pirineos Centrales, la principal seña de identidad de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici corresponde a los más de 200 lagos o estanys, a los impresionantes riscos de "Els Encantats" y a sus característicos meandros de alta montaña (las aigüestortes).

Incluso es posible conocerlo desde las alturas siguiendo la ruta de los Carros de Foc (de fuego).

A poco más de una hora de navegación desde el sur de la isla de Mallorca se encuentra el Archipiélago de Cabrera, que constituye el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados de nuestro país.

El Parque Nacional Archipiélago de Cabrera cuenta con importantes colonias de aves marinas, especies endémicas y uno de los mejores fondos marinos del litoral español. Hay un tope al día para el número de embarcaciones que pueden echar el ancla en el lugar.

Al norte de la Península Ibérica, enclavado en el centro de la cordillera pirenaica, entre los municipios de Torla y Bielsa, se encuentra el Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido, un paraje de grandes contrastes.

La extrema aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, contrasta con los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas como la de Cola de Caballo o escaleras naturales como las Gradas de Soaso.

Situado en el centro de la Península Ibérica, el Parque Nacional de Cabañeros es uno de los rincones protegidos más valiosos de los Montes de Toledo, refugio de grandes rapaces, cigüeñas negras y otras muchas especies en peligro de extinción.

Pese a haber estado a punto de convertirse en campo de tiro, sus sierras y macizos cubiertos de bosque y matorral mediterráneo dan cobijo hoy a gran variedad de aves y mamíferos.