Según dijeron fuentes policiales, los ataques parecían estar bien coordinados, y afectaron a comisarías de policía, sedes de la administración local y un cuartel del ejército estadounidense en el antiguo aeropuerto de la ciudad.

Enfrentamientos cruzados

A los ataques siguieron enfrentamientos cruzados entre grupos insurgentes y la policía iraquí, en los que murieron ocho rebeldes y otras seis personas resultaron heridas, entre ellas cuatro policías.

Además, treinta rebeldes fueron detenidos en estos enfrentamientos, que duraron más de cinco horas.

Según la fuentes, los insurgentes llegaron "de fuera de la ciudad" a bordo de barcas de pesca por el río Tigris y lanzaron sus ataques precisamente durante el "iftar", la hora de la ruptura del ayuno durante el mes de ramadán, cuando habitualmente todo el mundo está recogido en casa para tomar la primera comida del día.