El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha denunciado este miércoles el bochornoso cautiverio" de la osa 'Güela', que lleva diez meses viviendo en un habitáculo de tres por cuatro metros cuadrados en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.

En un comunicado, FAPAS informa que el 29 de agosto solicitó a la Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria su intervención para acabar con el "bochornoso cautiverio" que sufre esta osa de origen cantábrico que fue capturada y encerrada en este "minúsculo" habitáculo.

La Fiscalía de Cantabria ya ha comunicado al FAPAS que ha iniciado el procedimiento de diligencias de investigación, procedimiento que esta asociación espera dé como resultado que la osa, retirada del entorno natural donde vivía "en circunstancias dudosas, ya que al menos en Palencia, fue sometida al hostigamiento de varias batidas hasta que fue literalmente expulsada hacia Cantabria", viva sus últimos días en el entorno más adecuado y "con las mejores atenciones".

La asociación indica que, según un informe de la Administración cántabra, el ejemplar fue capturado en su medio natural en las montañas de La Liébana el 14 de diciembre de 2011. Se le ubicó en unas instalaciones de cuarentena hasta (según dice el informe) que sea trasladado temporalmente a la zona de reserva de osos mientras se le encuentra un destino definitivo. Todo ello en base a la propuesta de los técnicos de las distintas comunidades autónomas con presencia de la especie.

Sin embargo y pese al tiempo transcurrido, FAPAS denuncia que la osa continua en su cautiverio y "hasta el presente no se tiene conocimiento que el ejemplar de oso pardo cantábrico haya sido sacado de él".

Un habitáculo que "en modo alguno" permite a la osa "unos mínimos imprescindibles para una vida digna", y que, afirma, conculca la Directiva 1999/22/CEE del Consejo de 29 de marzo de 1999 relativa al mantenimiento de animales salvajes en parques zoológicos y que obliga a mantener a la fauna en alojamientos que satisfagan las necesidades fisiológicas y psicológicas.

Según ha podido conocer el FAPAS, actualmente y a consecuencia de estar sometido a un cautiverio en condiciones "inadecuadas", la osa 'Güela' presenta síndrome de reclusión, con un comportamiento estereotipado, y elevados síntomas de estrés.