El desastre del 'Prestige' pilló a todo el mundo desprevenido, sobre todo a los políticos. Estos, en un intento de restar importancia a la catástrofe o de negar la evidencia, dieron rienda suelta a su locuacidad, dejando algunas frases que la verdadera magnitud de la catástrofe ha convertido después en auténticas perlas del despropósito verbal. Estas son algunas de las que inevitablemente quedarán relacionadas para siempre con sus protagonistas.
- Del barco hundido, Mariano Rajoy, entonces vicepresidente primero del Gobierno de Aznar y ministro del Interior, dijo que salían "unos pequeños hilitos como de plastilina". Los pequeños hilitos se convirtieron en 125 toneladas de fuel diarias. Quizá su falta de cálculo explica que asegurara: "La marea (negra) no va a llegar a las Rías Bajas". Rajoy es actualmente el presidente del Gobierno.
- Federico Trillo, ministro de Defensa de la época, dos días después del hundimiento del barco explicó cómo se había pensado en "bombardear el Prestige para hundirlo o hacer arder el fuel". El mal estado del barco, que se quebró en dos tras seis días de navegación errática, hizo innecesario sacar los F-18. También explicó Trillo que los aviones de la Armada sobrevolaban la zona "para detectar si hay fugas de petróleo que pudieran poner en peligro nuestras costas o el norte de la costa portuguesa". Dijo que no habían visto nada. En la costa, los marineros se llevaban las manos a la cabeza porque para entonces el chapapote ya afectaba a 295 kilómetros de costa. Trillo es actualmente el embajador de España en el Reino Unido.
- "Si hace falta, me vuelvo a bañar como en Palomares". El entonces presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, recurrió a su conocida socarronería para tratar de calmar los ánimos. Después, con las playas ya llenas de fuel reconoció que " se tomó la decisión menos mala, aunque la menos mala fue más mala de lo que estaba previsto". Fraga murió el pasado enero. Solo dos meses antes de su muerte continuaba con su agenda política como senador del PP.
- Miguel Arias Cañete, entonces ministro de Agricultura, Pesca y Ganadería, dejó en evidencia sus escasas dotes adivinatorias con esta frase: "Afortunadamente, la rápida intervención de las autoridades españolas alejando el barco de las costas hace que no temamos una catástrofe ecológica, como ha sucedido en otras ocasiones, ni prevemos grandes problemas en las aguas españolas ni para los recursos pesqueros". Después, tampoco quiso rendirse ante la evidencia, y el 26 de noviembre, cuando ya había más de 130 playas afectadas dijo: "El vertido afecta a una extensión muy importante, pero no es una marea negra". Arias Cañete es el actual ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
- Tampoco estuvo fino Arsenio Fernández de Mesa, delegado del Gobierno en Galicia, cuando un día después del SOS del barco afirmó que "probablemente el fuel no toque la costa gallega" o cuando aseguró que "el destino del fuel en el fondo del mar es convertirse en adoquín". Rajoy ha pagado su fidelidad nombrándolo director general de la Guardia Civil.
- Francisco Álvarez Cascos era ministro de Fomento y quien ordenó alejar el barco de la costa, a pesar de que los estudios realizados sobre buques en condiciones similares recomendaban llevarlo a puerto. Resumió su sentir con un frase muy castiza: "A toro pasado todos acertamos por qué lado se tira el penalti". Después cuando arreciaron las críticas porque había estado de caza los días posteriores al accidente, arremetió contra los periodistas que desvelaron su escapada cinegética. "Yo pertenezco a un Gobierno y a un partido que no han organizado ningún grupo para secuestrar ciudadanos, para pegar tiros en la nuca y enterrar en cal viva... Zapatero y Polanco han puesto a los redactores de la Cadena Ser a indagar sobre los hoteles en los que los miembros del Gobierno se alojan los fines de semana". Actualmente Álvarez Cascos es diputado autonómico por Foro Asturias, partido que fundó tras abandonar el PP. Durante diez meses presisió el Principado Asturiano, comunidad a la que también afectó el chapapote.
- José María Aznar, entonces presidente de Gobierno, quince días después de que el capitán del Prestige informara de su situación y cuando todo el mundo hablaba ya de "marea negra" , dijo en Roma que "la capacidad de crear alarma es ilimitada" y explicó que muchas de esas alarmas se hacían sin fundamento. En la actualidad Aznar preside la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).
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