El militante e histórico dirigente de la Unión General de Trabajadores (UGT) Paulino Barrabés, imputado en el escándalo de la cooperativa de viviendas PSV, del que finalmente quedó absuelto, ha fallecido este domingo en Madrid a los 83 años, ha informado el sindicato en un comunicado.

UGT ha lamentado su fallecimiento y ha transmitido "su más profundo pesar" a los familiares, amigos y compañeros de Barrabés, cuya capilla ardiente se instalará el lunes, a partir del mediodía, en la sede del sindicato en Madrid, en la Avenida de América.

El valenciano Barrabés, que permaneció un mes en prisión por el caso de PSV, fue absuelto en 2001 por la Audiencia Nacional del delito de apropiación indebida, por el que la fiscalía pedía para él un año de cárcel.

La crisis financiera de la cooperativa PSV se destapó cuando suspendió pagos en diciembre de 1993, lo que reveló la existencia de problemas en la gestión de las aportaciones de los 19.135 cooperativistas y provocó el ingreso en prisión de Paulino Barrabés y Carlos Sotos, ex responsable de PSV.

Barrabés nació en Valencia en noviembre de 1928, en "una familia socialista, integrada e implicada en la vida y lucha de una generación de hombres y mujeres, comprometida en asentar la democracia en España", como él mismo relató, según el comunicado.

Pasó parte de la Segunda República y los primeros años de la Guerra Civil en Barbastro (Huesca), origen de su familia y posteriormente se exilió a la ciudad francesa de Burdeos, donde ingresó las Juventudes Socialistas, el PSOE y UGT.

Barrabés formó parte del Consejo General de UGT, órgano intermedio de control de la Comisión Ejecutiva en el exilio y fue elegido definitivamente vocal de la Comisión Ejecutiva en el IX Congreso de 1965, donde permaneció hasta 1969.

En 1971 fue nombrado secretario de Formación de la nueva Comisión Ejecutiva presidida por Nicolás Redondo, responsabilidad que ocupó hasta la celebración del XII Congreso en 1973. Durante este tiempo y hasta 1975 fue miembro de la Comisión de Formación del Militante.

Restablecida la democracia, vuelve a España sobre 1976 y fija su residencia en Madrid. Fue elegido Secretario Confederal en el XXXI Congreso en Barcelona en 1978. En el XXXII Congreso en 1980 fue elegido Secretario de Administración, cargo que ocupó hasta el XXXV Congreso de 1990.

Desde entonces ha estado vinculado a las fundaciones Francisco Largo Caballero y Pablo Iglesias, de las que es patrono fundador, y actualmente era también miembro del patronato de la Fundación Ramón Rubial, concluye la nota.