El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, aseguró ayer que "no existe ningún motivo" para que Barcelona no pueda acoger la cumbre europea para la vivienda, que estaba previsto que se celebrara el próximo domingo en la capital catalana y que el Ministerio de Vivienda decidió cancelar para evitar altercados callejeros.

En una declaración institucional, Hereu pidió formalmente al Gobierno que la reunión de ministros de la Unión Europea (UE) se pueda desarrollar en la ciudad de Barcelona "en el momento que se considere pertinente", petición que esta mañana ya formuló el concejal de Seguridad y Movilidad, Ferran Julián.

"Barcelona es una ciudad que tiene vocación para ser un lugar de organización de este tipo de eventos internacionales" y de "hacerlo con éxito", ya que "en contextos mucho más difíciles se han podido llevar a cabo" este tipo de reuniones, según el alcalde.

El portavoz del ayuntamiento de Barcelona, José Cuervo, ha dicho esta mañana en Catalunya Radio que el Consistorio barcelonés "no propuso la cancelación" de la cumbre de ministros.

Cuervo ha reconocido que no era conveniente hacer la reunión en el centro de la ciudad pero ha explicado que se habían ofrecido lugares alternativo, como el palacio de congresos del Fòrum, para albergar la reunión.