A once días de la cita electoral, el candidato del BNG a la Presidencia de la Xunta, Francisco Jorquera, considera a su partido "en ascenso" y cita como prioridades el empleo, los servicios sociales y avanzar "hacia el pleno reconocimiento de la soberanía nacional gallega".

¿Qué se juega Galicia en estas elecciones?

Galicia se juega poner fin al peor gobierno de su historia, un gobierno que con Feijóo al frente batió los récords de paro y de deuda pública. Se juega también plantarle cara a las políticas de recortes del Gobierno Rajoy y las políticas que Merkel y Bruselas imponen al Estado español.

El 21-O, votar Feijóo es igual a votar Rajoy. Felizmente, hay alternativa, nacionalista y de izquierdas, el BNG, una alternativa claramente en ascenso. Si se concentran los votos nacionalistas y de izquierdas en el BNG, Feijóo tiene perdidas las elecciones.

Una hipotética victoria del PPdeG, ¿legitimaría la políticas de Rajoy?

Votar a Feijóo significa darle un cheque en blanco a Rajoy para que rebaje las pensiones, despida a miles de empleados públicos y continúe castigando con impuestos a las clases medias y bajas, mientras amnistía fiscalmente a los grandes defraudadores. Las elecciones son una oportunidad para que el pueblo gallego apueste por más soberanía, más democracia, más trabajo.

¿Hay que cambiar el modelo de autogobierno y ceder competencias al Estado?

Hay que superar el actual marco y caminar hacia el pleno reconocimiento de la soberanía nacional gallega. Feijóo es un simple delegado de Rajoy en Galicia, por lo que no sorprende nada que anuncie la devolución de competencias. Hará lo que Rajoy le ordene, de igual modo que Rajoy hace lo que Merkel le ordena.

En la legislatura que termina, se han producido algunas tensiones por el idioma. ¿De quién es la culpa?

La culpa es del Partido Popular de Feijóo, que por vez primera en la historia legisló contra la lengua gallega. Feijóo llegó al extremo de tirar a la basura 190.000 libros por estar escritos en gallego. No lo hacía por ahorrar, sino por su odio a nuestra lengua.

Como no podía ser de otra manera, la sociedad gallega reaccionó con una enorme dignidad y esta legislatura nos deja las manifestaciones más masivas de la historia de Galicia en defensa de la lengua gallega.

¿Se atreve a hacer promesas de creación de empleo, tal y como está la actual situación?

La política consiste en fijar prioridades. Y solo las puedes fijar si tienes un proyecto de país. El BNG lo tiene. El PP, no. Las prioridades del BNG son el empleo, el crecimiento económico, el fortalecimiento de los servicios públicos y la expansión de nuestro autogobierno. Las prioridades son poner las instituciones públicas al servicio de las personas, no de los mercados, no de los banqueros.

En los primeros cien días, el gobierno del BNG —siempre en diálogo con la sociedad— desplegará medidas dirigidas a poner el país a producir y crear empleo.

¿Qué se puede hacer para evitar la desafección de los ciudadanos, que ven en los políticos un problema, según la encuesta del CIS?

Desde mi punto de vista, el desafecto ciudadano no es con la política ni con la participación social en los asuntos públicos, sino con la orientación de determinadas políticas, las políticas antisociales, de recortes y centralistas que practica el Partido Popular de Feijóo y Rajoy. Son esas políticas las que los ciudadanos contestan en la calle, y el BNG a la vez que ellos.

El BNG lleva en su programa un conjunto de propuestas dirigidas a incentivar la participación social, dirigidas a que los ciudadanos tomen la palabra y decidan. Por eso proponemos una ley de consultas populares para asuntos de especial relevancia pública. Esas consultas serán vinculantes para el gobierno.