El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha defendido este jueves una reforma fiscal en España "más eficiente y equitativa" que no cargue el "sacrificio" sobre los asalariados, lamentando que sean la clases medias quienes están sufriendo en estos momentos "el mayor peso de la crisis", dado que la política de ajustes de la Unión Europea y la política presupuestaria del Gobierno de la Nación está suponiendo una "transferencia muy clara" de las rentas del trabajo al sector financiero.

En respuesta a una pregunta oral sobre el modelo fiscal formulada en la sesión de control al Ejecutivo en el Pleno del Parlamento por el portavoz de IULV-CA en el Parlamento, José Antonio Castro, Griñán ha abogado por una reforma estatal del modelo fiscal y ha considerado necesario la puesta en marcha de un impuesto a las grandes fortunas, regular los impuestos de sociedades y los que gravan las rentas de capital, y revisar el abanico de beneficios fiscales, "pero con un criterio uniforme".

El presidente de la Junta también ha demandado que los beneficios fiscales no deroguen la presión tributaria, se establecezca un mínimo obligatorio para el impuesto de sucesiones y donaciones y se homologue la progresividad de las rentas de capital. En su opinión, es muy importante ampliar la base fiscal, para sea más estable y progresiva; distribuir mejor la carga fiscal, y luchar contar el fraude fiscal.

Tras recordar que en Andalucía su pusieron en marcha en la pasada legislatura una seria de medidas para conseguir una mayor recaudación, pero con una mejor distribución de la carga, todo ello dentro de las competencias de la Comunidad, Griñán ha apuntado que estamos viviendo uno de los momentos económicos "más difíciles" de los últimos 30 años y que toda crisis exige "sacrificios", si bien ha lamentado que éstos se estén repartiendo "de manera injusta".

El líder del Ejecutivo andaluz ha insistido en que hay que "definir" cuáles son los sacrificios que hay que hacer para, posteriormente, definir también quiénes deben soportarlos. En su opinión, no es aceptable que los sacrificios en estos momentos estén destinados a sanear los balances "de quienes llevaron a la crisis y quienes aún no abierto el crédito a las familias y a las pymes".

"En una crisis lo primero que hay que preservar es la protección social, aunque también hay que hacer moderación salarial", ha apuntado el presidente de la Junta, quien ha considerado que ello puede hacerse con "acuerdos de renta interconfederales", no haciendo falta una reforma laboral como la puesta en marcha por el Gobierno de Rajoy.

Junto a ello, el presidente de la Junta de Andalucía ha dicho congratularse de que en la Conferencia de Presidentes celebrada el pasado día 2 se apostara por hacer una reflexión sobre el sistema tributario para hacerlo "más eficiente y equitativo", en el camino de que sean "los que más ganan y más tienen los que más paguen".

IULV-

Ca pide que la iglesia pague el ibi

Por su parte, José Antonio Castro ha defendido también la necesidad de una reforma fiscal que fortalezca el sistema del bienestar y no lo debilite "como ocurre hoy en día". Según ha apuntado, la situación de crisis económica sólo se podrá superar con un nuevo modelo productivo, que sea alternativo y sostenible y con una reforma fiscal "justa y progresiva que establezca los principios de suficiencia de los ingresos, con un principio de equidad".

De este modo, Castro ha apostado por que la Iglesia católica pague el IBI por sus inmuebles; por que haya una reforma legal de las sociedades de inversión para que un accionista no pueda ostentar más del cinco por ciento del capital; se recupere el impuesto a los bingos; se transforme el impuesto de patrimonio en un impuesto sobre las grandes fortunas; se restituyan los impuestos de sucesiones y donaciones; y se ponga en marcha un nuevo sistema de fiscalidad verde sobre el principio de que "quien contamina paga", entre otras propuestas.

El dirigente de izquierdas, que ha apuntado que el actual sistema fiscal no corrige las desigualdades, "sino que las aumenta", ha dicho también esperar que se cumpla "la literalidad" del acuerdo alcanzado en la Conferencia de Presidentes en lo relativo al nuevo reparto del déficit. Y es que, según ha señalado, "si se habla del año que viene estamos hablando de 2013 y no de 2014. Lo contrario sería un grave problema de interpretación", ha apostillado.