El abrazo de enamorados de los príncipes de Asturias pone la guinda al Día de la Banderita

  • Los príncipes se mostraron muy efusivos al encontrarse en la mesa que presidía doña Letizia durante la Fiesta de la Banderita de Cruz Roja.
  • Doña Sofía y la infanta Elena también fueron 'chicas de la Cruz Roja'.
El príncipe Felipe besa a la princesa de Asturias en la mesa de cuestación instalada en la Plaza de la Provincia, en Madrid.
El príncipe Felipe besa a la princesa de Asturias en la mesa de cuestación instalada en la Plaza de la Provincia, en Madrid.
Chema Moya / Efe
El príncipe Felipe besa a la princesa de Asturias en la mesa de cuestación instalada en la Plaza de la Provincia, en Madrid.

Como ya es habitual cada año, la Familia Real participó activamente en el Día la Cruz Roja. Los madrileños pudieron entregar su donativo a la reina Sofía, a la princesa Letizia o a la infanta Elena. También pudieron ver al príncipe Felipe que acudió a las mesas de su esposa, su madre y su hermana como ya es tradición.

La jornada estuvo plagada de anécdotas, si bien la más comentada fue la efusividad entre los príncipes. La pareja se abrazó y besó cariñosamente al encontrarse, para deleite de los fotógrafos.

Poco después del mediodía, la reina acudió a la mesa de cuestación instalada ante el Congreso de los Diputados, donde fue recibida por el presidente de la Cámara, Jesús Posada, el primero en hacer su aportación, y por varios miembros de la mesa.

Doña Sofía también recibió la visita de su hijo, a quien saludó con un beso y le entregó el mismo obsequio que había entregado a varios escolares: dos globos y dos piruletas, presuntamente para las infantas Sofía y Leonor.

Tras posar con algunos ciudadanos, y custodiado discretamente por el equipo de seguridad de Zarzuela, don Felipe se dirigió luego a pie hacia la Puerta del Sol, ante la sorpresa de los viandantes.

En la mesa de cuestación colocada ante la fachada de la Real Casa de Correos, el príncipe saludó a su hermana Elena, quien antes había sido recibida con aplausos por los viandantes que se agolpaban para ver su llegada.

Después, el Príncipe Felipe continuó su recorrido hasta la plaza de las Provincias, donde Cruz Roja había ubicado la mesa presidida por la princesa, ante el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Allí terminó el periplo principesco, y casi con otra anécdota: cuando el príncipe se despidió de su mujer, casi choca con esta sus labios por un error de coordinación.

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