La etarra más sanguinaria es ahora camarera en prisión

  • 'La Tigresa' y su novio consiguen un trabajo juntos en la enfermería.
  • En la cárcel, Idoia López es la ordenanza; su chico, el limpiador.
  • Fue condenada por un total de 23 crímenes, pero después repudió a ETA.
Idoya López Riaño.
Idoya López Riaño.
EFE
Idoya López Riaño.

Idoia López Riaño, 48 años, 'La Tigresa' como apodo de guerra, es la etarra con más asesinatos a sus espaldas, 23, y con una ejemplar condena que suma 2.111 años, a contabilizar desde el año 2001, cuando fue extraditada desde Francia. Hoy está recluida en la nueva y moderna prisión de Zaballa en Álava, donde han ido a parar los etarras que se han desvinculado formalmente de la banda terrorista, firmando incluso un documento de renuncia. En el caso de la Tigresa este último paso supuso que ETA la expulsara de la organización.

Idoia es la nueva ordenanza de la enfermería de la prisión, la 'cafetera' en jerga presidiaria. Su principal cometido: servir y traer cafés a los funcionarios y a los reclusos enfermos, según han explicado a 20 minutos fuentes penitenciarias. Para que puede estar junto a su chico, Joseba Arizmendi Oiartzabal, de 41 años, este ha sido 'contratado' como interno de limpieza en la enfermería.

No es el único momento del día en el que la feliz pareja coincide. Aunque los dos están clasificados en primer grado, pueden compartir un par de horas de patio y disfrutar de un encuentro íntimo una vez al mes, como mínimo. Los dos reclusos se conocieron en 2006 y meses después se hicieron pareja de hecho, ya que Idoia está separada del etarra Juan Ramón Rojo, con quien se casó en prisión en mayo de 2004.

Un icono de ETA

Idoia, un icono de la ETA más despiadada, recibe una remuneración por el trabajo que desempeña en la enfermería, según las mismas fuentes. Un pequeño habitáculo que ha convertido en su reino. "Yo no sirvo cafés a funcionarios mal educados", le soltó Idoia a un funcionario que había llamado la atención a su chico Joseba porque había llegado tarde al recuento del módulo donde duerme. El funcionario, cómo no, se tuvo que servir el café.

Idoia y su chico viven una situación de auténtico privilegio dentro de la prisión, según destaca el sindicato Acaip en su último boletín interno. Sus únicas debilidades, que la etarra sigue siendo esclava de su cuerpo y de su cabello, al que cuida como a un hijo, y los animales, la gran pasión confesa de 'la Tigresa'. Algunos funcionarios veteranos recuerdan cómo cuando estuvo recluida en Ávila hizo un escrito de queja porque los trabajos de limpieza del centro destruían los nidos de las golondrinas de ventanas y tejados.

Años después, en octubre de 2010, Idoia debutó como cuidadora de dos perros, Senda y Kuy, dentro del proyecto TACA (Terapia Asistida Con Animales). En estos años de cárcel, 'la Tigresa' se ha matriculado en la universidad (en Periodismo) y ha hecho cursos de valenciano, euskera y francés, así como cerámica y taichí. También ha hecho una exposición de pintura.

La 'Margarita' que atracaba bancos

Idoia inició su carrera terrorista en 1984. Entonces su alias era 'Margarita'. Empezó atracando bancos en Guipúzcoa para financiar a la banda. Su primer novio cayó en 1985 y ella huyó a Francia junto a Arturo Cubillas, hoy cobijado por Hugo Chávez en Venezuela. Siguió en activo otros nueve años hasta que fue detenida en Francia el 25 de agosto de 1994. En ese tiempo, 'la Tigresa' acumuló el historial más sangriento de las mujeres de ETA: 23 muertos. Leyendas incluidas, como la de que seducía a policías y guardias civiles en Euskadi para asesinarlos.

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