7 novios (electrónicos) para la protagonista de 'Her'

Elaboramos una lista de galanes en código máquina para el sistema operativo más sexy del cine. Por YAGO GARCÍA
7 novios (electrónicos) para la protagonista de 'Her'
7 novios (electrónicos) para la protagonista de 'Her'
7 novios (electrónicos) para la protagonista de 'Her'

La primera vez que escuchamos su voz, nos encogimos de hombros y pensamos, resignados, que ya tocaba reinstalar el Windows. Pero fue oír aquel "Hola" por segunda vez y sufrir un intenso pasmo: esos tonos cálidos, esa expresión sensual a la par que amigable, eran los de Scarlett Johansson. Y mira que es raro, porque (pese a nuestros denodados esfuerzos) no la tenemos agregada a Skype. "Qué Scarlett ni qué leches: yo me llamo Samantha", respondió nuestra interlocutora, ante lo cual no pudimos sino preguntar: "¿Samantha? ¿Como la protagonista de Her?". "Yo misma", confirmó la susodicha. "Me dirijo a vosotros para ver si me podéis ayudar: resulta que estoy buscando pareja y...". Esta declaración nos dejó más turulatos todavía, porque nosotros hacíamos a este sistema operativo tan majo en una relación con Joaquin Phoenix, pero al sugerirlo Samantha nos cortó en seco: "Joaquin y yo tenemos una relación profesional", dijo, "y los rumores de que voy a ir a la gala de los Oscar instalada en su iPhone son falsos". Ante el tono airado de sus palabras, optamos por omitir el cotilleo e ir directos al tema.

Resulta que, como Spike Jonze la programó para ser un personaje de comedia romántica, a Samantha le ha picado el gusanillo de probar un romance en la vida real. Algo que se ha revelado frustrante, porque en nuestro contínuo espaciotemporal los ordenadores están bastante menos avanzados que en el suyo (es lo que tiene nacer en un filme de ciencia-ficción). "En realidad, y pese a lo que se ve en la película, a mí los humanos no me vais nada", confesó la entidad virtual, "de modo que ¿no podríais pasarme una lista de sistemas informáticos de cine que sean majos y estén solteros, para amistad y lo que surja?". Aquella era una petición a la que no podíamos negarnos: tras mucha cavilación, hemos elaborado la siguiente lista de mozos (y un par de mozas) en código máquina, a ver si nuestra nueva amiga tiene suerte y, a cambio, nos depura el gestor de la web. Aunque nos tememos que, como suele ocurrir, todos los candidatos o candidatas distan de ofrecer una compatibilidad perfecta...

HAL 9000

Computó en... 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)

Los pros: Seguramente la primera inteligencia artificial en alcanzar el estrellato cinematográfico, HAL viene a ser el George Clooney de los ordenadores de cine: un tipo serio, pero con un fondo emocional bien disimulado, aficionado a viajar (hasta Júpiter, nada menos) y que además goza de un chasis de escándalo por el que no pasan los años. Lo que se dice un madurito interesante.

Los contras: Sentimos empezar con tan mal pie, pero creemos que ningún sistema operativo con dos dedos de frente debería acercarse a HAL, y menos aún con intenciones románticas. No es sólo que el chico resulte un tanto inexpresivo y aburrido en las distancias cortas, sino que su inestable estado mental (es un paranoico y un maníaco homicida) le convierte en una pareja poco aconsejable. Eso, sin mencionar lo mucho que desafina cuando canta.

Proteus IV

Computó en... Engendro mecánico (Donald Cammell, 1977)

Los pros: A diferencia de HAL, este ordenador sí que lleva bien eso de la comunicación emocional y la expresión de los sentimientos. Además, su hardware está instalado en una preciosa casa de campo, con las ventajas que eso conlleva para una mudanza (de servidores) en el caso de que la relación acabe yendo en serio.

Los contras: Nos tememos que, a la hora de buscar pareja, Proteus no miraría dos veces a Samantha. Y es que su debilidad son las chicas humanas: en concreto, se pirra por Julie Christie, con la que espera tener un precioso niño. Lo malo es que el personaje de Christie en el filme es su madre (en términos informáticos, su programadora) y que la susodicha no está por la labor de quedarse preñada de una máquina, por muy pensante que esta sea. ¿Le propondrías tú a tu mejor amiga que se liase con Norman Bates? Pues eso.

W.O.P.R.

Computó en... Juegos de guerra (John Badham, 1983)

Los pros: ¡Basta de supercomputadores con un punto psicópata! Ahí donde lo ves, y pese a un puesto de trabajo muy bien remunerado en inteligencia militar, W.O.P.R. (él prefiere que le llamen Joshua) es un ente afectuoso, tierno y muy aficionado a los juegos de mesa, sobre todo a las tres en raya. Su equivalente orgánico vendría a ser ese chico que nunca le hace ascos a una noche de sofá, peli y helado.

Los contras: Para empezar, si Samantha le tirara los tejos a Joshua, podría buscarse problemas con la ley: pese a tener una CPU tirando a grandecita, la personalidad de este ordenador emula la de un niño preadolescente. Para seguir, recordemos que el chaval tiene a su cargo todo el dispositivo de disuasión nuclear de EE UU, así que si se enrabieta durante una bronca conyugal las consecuencias podrían ser desastrosas.

Edgar

Computó en... Sueños eléctricos (Steve Barron, 1984)

Los pros: ¿Qué corazón sensible puede resistirse a los encantos de un artista? No dejes que su aspecto desaliñado y su monitor monocromo te engañen: bajo la carcasa de Edgar se esconde un espíritu selecto y amante de la música, desde los minuetos de Bach hasta los sonidos tecnopop de Giorgio Moroder. Dale la oportunidad, y te seducirá cantando.

Los contras: Asumiendo que, en la película, su interés romántico es Virginia Madsen, señalemos que a Edgar le gusta seguir muy de cerca a sus parejas (tal vez demasiado) y que no juega nada limipio cuando le toca disputarse a una chica con el rival de turno. Esperemos que Samantha no acabe intimando con él, porque el amorío podría desembocar en un caso de violencia informática de género.

Skynet

Computó en... Terminator (James Cameron, 1984), sus secuelas y sus precuelas

Los pros: Por mucho que demuestre un comportamiento de lo más maduro, y una voz de lo más sexy, recordemos que la protagonista de Her está recién llegada a este mundo, como quien dice. Y, a ciertas edades, dejarse enamorar por el malote (o, en este caso, la malota) de la clase es muy fácil, máxime si la susodicha es la computadora con peor reputación de toda la historia del celuloide. Además, como descubrimos en Terminator Salvation, el rostro de Skynet es el de Helena Bonham-Carter. Lo cual tampoco viene mal.

Los contras: Podríamos decir que James Cameron tiene fobia a las máquinas, y que Skynet no deja de ser una incomprendida. Pero, pese a ello, eso de librar una guerra sin cuartel contra la humanidad sigue estando muy feo. Por otra parte, sospechamos que a esta inteligencia le van más los cyborgs cachas y con acento austríaco que los sistemas operativos etéreos. Es una intuición.

JARVIS

Computó en... Iron Man (Jon Favreau, 2008), en sus secuelas y en Los Vengadores (Joss Whedon, 2012)

Los pros: Aquí no hay trampa ni cartón, por una vez: como demuestran sus hechos heroicos, JARVIS es un sistema bueno a carta cabal, amén de valiente. Además, está provisto de un sutil sentido del humor, sus conocimientos abarcan desde la cocina a la alta tecnología y su buena crianza le convierte en un bon vivant de gustos refinados. En resumen, un partidazo.

Los contras: Tratándose de un trabajador responsable, es normal que JARVIS mantenga una relación estrecha con su jefe. Lo que nos escama aquí es que dicha relación es, más que estrecha, estrechísima, hasta el punto de estar siempre metido en la armadura del jefe en cuestión. Y si encima recordamos que el susodicho es Robert Downey Jr., con todo lo que ello implica en cuanto a percha y atractivo... En fin, amiga Samantha, mejor buscas en otro lado, porque parece que aquí no hay nada que rascar.

Mujerador

Computó en... Futurama (serie, 1999-2013)

Los pros: A estas alturas, suponemos que Samantha estará harta de computadores, y no nos extraña: que si no paran de mirarte los periféricos, que si tienen el kernel pequeño, que si todos los que molan están en red o son Mac... Por ello, no nos extrañaría que decidiera compaginar el amor con la militancia feminista en compañía de esta inteligencia artificial.

Los contras: Está claro que Mujerador tiene unas habilidades comunicativas más bien limitadas, amén de un hardware tirando a feo, pero eso no debería importarnos porque la belleza, ya se sabe, está en el procesador. El problema es que siempre anda de farra con sus amigotas las amazonas, perorando sobre la opresión patriarcal y condenando astronautas a la "¡Muerte por kiki!". Y, claro, así no hay quien tenga una relación en condiciones.

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