Libertad para los sospechosos de matar al poeta valenciano Salvador Iborra tras dar negativo las pruebas de ADN

La titular del Juzgado de Instrucción 5 de Barcelona ha puesto en libertad provisional a los dos presuntos autores de la muerte del poeta valenciano Salvador Iborra en septiembre de 2011 en el Barrio Gótico de Barcelona, después de que los resultados de las pruebas del ADN hayan sido negativos, han explicado fuentes judiciales a Europa Press.

La titular del Juzgado de Instrucción 5 de Barcelona ha puesto en libertad provisional a los dos presuntos autores de la muerte del poeta valenciano Salvador Iborra en septiembre de 2011 en el Barrio Gótico de Barcelona, después de que los resultados de las pruebas del ADN hayan sido negativos, han explicado fuentes judiciales a Europa Press.

Salieron de la cárcel Quatre Camins de Granollers (Barcelona) en abril, cuando la juez dictó un auto de excarcelación al no hallar suficientes indicios que incriminaran a los dos sospechosos, marroquíes de 18 y 19 años, que han sido imputados por causar la muerte de Iborra, lo cual puede ser delito de homicidio o de asesinato.

No han dado positivo en las pruebas toxicológicas ni los restos biológicos encontrados en la víctima ni las manchas de sangre en la camiseta de un arrestado —hallada en el piso que 'okupaban' desde junio—, en los zapatos y los calcetines, aunque hay alguna duda sobre un reguero de sangre cercano a la escena del crimen.

Las ruedas de reconocimiento también han sido ineficaces, por lo que, ante esta situación, la acusación particular ha pedido más diligencias de investigación del caso, que se ha tramitado por el procedimiento del jurado popular.

Según fuentes judiciales, cuando los sanitarios llegaron al número 12 de la calle Palma de Sant Just hacia las 6.30 horas, Iborra estaba muy grave, con una herida de cuchillo sobre una oreja y dos cortes más: uno bajo la costilla y otro en el lateral del torso, lo que le provocó la muerte antes de ser trasladado al hospital.

Esa noche había estado con un amigo en un bar del barrio y habían acabado en casa de la víctima tomando unas copas; cuando bajaron había desaparecido la bicicleta de su amigo, que había dejado en el vestíbulo, por lo que fueron a buscarla por la zona, sin encontrarla.

Iborra llamó al teléfono de emergencias y manifestó, según fuentes judiciales, que sospechaba que los ladrones habían sido los inquilinos del primer piso, ocupado por los dos supuestos autores y un tercer compañero —dedicados a pequeños delitos— con quien antes ya había tenido problemas.

Llegan los mossos

Tras el aviso, una patrulla de Mossos d'Esquadra acudió, llamaron a la puerta del piso donde supuestamente estaban los dos presuntos ladrones y, al no obtener respuesta, recomendaron a los chicos que fueran a denunciar los hechos a comisaría al día siguiente, declaró el compañero de Iborra ante el juez.

Después la víctima le acompañó hasta la plaza Sant Jaume de Barcelona y le prestó dinero para coger un taxi; también le dijo que se sentía responsable del robo de la bicicleta —que aún no ha sido encontrada por la policía—, y luego Iborra volvió a su casa.

Según el atestado policial, que recoge las versiones de los testigos, hubo una pelea entre la víctima y "un individuo con una bicicleta", cuando llegó una tercera persona que agredió al joven con un cuchillo —tampoco ha sido hallado— hasta que cayó al suelo.

La policía catalana detuvo a uno de los presuntos autores en el mismo piso 'okupado', donde se había quedado a dormir, si bien al otro le arrestaron en las inmediaciones del barrio; ambos están implicados en otro proceso por la ocupación del piso de la calle Palma de Sant Just.

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