La familia de Teodoro Expósito, un ciudadano de 52 años de Toledo, no se quedará en la calle por culpa de la mala situación económica que viven. Por lo menos, de momento.

Tras la publicación de su historia en 20minutos.es, han sido muchos los mensajes y muestras de apoyo de lectores de toda España. "Quiero que me faciliten el teléfono de esta familia. Les podría enviar una pequeña ayuda todos los meses. Si lo prefieren les puedo hacer una compra", escribía una señora desde Galicia.

En Madrid, los once trabajadores de una peluquería cercana a la Puerta de Alcalá han decidido también intentar aliviar la situación de Teodoro y los suyos. "Esta mañana he leído el periódico en el metro y no he dudado en llevarlo al trabajo para comentárselo a mis compis. Un poco más tarde un compañero ha propuesto que les podríamos ayudar entre todos", explicó por teléfono Alicia Sánchez.

En Sevilla, tres trabajadoras de la Universidad Pablo de Olavide han revolucionado el departamento de gestión de grado. "Lo hemos comentado esta mañana con los compañeros y todos se han comprometido a ayudarles. Hablaremos con Teodoro y su familia esta tarde y les preguntaremos qué les hace falta. Habíamos pensado enviarles una compra o pagarles algunas facturas", cuanta emocionada Esther, una de las tres jóvenes que se puso en contacto con este diario.

En Barcelona, un mosso d'esquadra, se comprometía a enviarles 200 euros al mes cada vez que le sea posible. "Tengo dos hijos y yo también estoy notando la crisis, pero creo que les tengo que echar una mano". Además, varias asociaciones se han puesto en contacto con ellos para decirles que intentarán socorrerles en la medida que les sea posible. Pero, quizás, la llamada más sorprendente que recibirá esta familia será la de un mago de Barcelona, que intentará organizar una gala benéfica para recaudar fondos para esta causa. "Si alguien me presta el local, yo pongo mi trabajo ", explicó a este diario.

Son solo algunos ejemplos. Más de 40 lectores han contactado con este medio para ayudar a la familia de Teodoro, que no ha parado de recibir llamadas durante este lunes por la mañana. "Estoy muy contenta", confesó por teléfono Yasmin, la mujer de Teo, que se muestra ansiosa por que Teodoro llegue a casa para contarle la cantidad de gente que ha mostrado su intención de echarles una mano.

Este lunes, como cada día, Teodoro ha salido a la calle a pedir ayuda. "Vende poesía en la calle por una ayuda. También recoge cosas de la basura que luego vende", cuenta Yasmin.