La doctora que mató a tres personas disfruta de permisos "terapéuticos" desde 2007

  • Acuchilló a cinco personas, acabando con la vida de tres de ellas.
  • Tenía esquizofrenia paraoide y pensaba que sus compañeros querían matarla.
  • Fue condenada a 25 años de internamiento en un psiquiátrico, pero hará una salida terapéutica de un mes, la tercera desde su ingreso.
La doctora De Mingo abandona la Audiencia Provincial acompañada por dos agentes de la Guardia Civil.
La doctora De Mingo abandona la Audiencia Provincial acompañada por dos agentes de la Guardia Civil.
EFE
La doctora De Mingo abandona la Audiencia Provincial acompañada por dos agentes de la Guardia Civil.

Noelia de Mingo, que en 2003 mató a tres personas e hirió de gravedad a otras cinco en la Fundación Jiménez Díaz, saldrá del centro penitenciaro de Fontcalent (Alicante) durante un mes en una "salida terapéutica" en la que quedará bajo custodia familiar. De Mingo fue sentenciada a cumplir 25 años de internamiento en un módulo psiquiátrico en 2006, al declarársele ininputable —no era responsable de sus actos— por padecer esquizofrenia paranoide.

No es la primera vez que la ex doctora residente obtiene un permiso prolongado. Según confirmaron fuentes judiciales a 20minutos, esta es su tercera salida de este tipo. Antes lo hizo en marzo y diciembre de 2011 por espacio de un mes y 21 días, despectivamente. Además, ha disfrutado de varios permisos puntuales en un piso que su familia compró especialmente en Alicante y donde acude acompañada de su madre.

En esta ocasión también queda bajo custodia familiar. Al menos un pariente deberá presentarse en el penal de Fontcalent (también conocido como Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante) para recogerla y firmar en la hoja de registro, ya que no puede abandonar sola el centro.

Este permiso, como los anteriores, viene avalado por los informes del equipo de evaluación de la prisión, compuesto por un trabajador social, un psicólogo y un psiquiatra. Además, está ratificado por el forense del juzgado de vigilancia penitenciaria número 2 de Alicante. La Fiscalía no se ha opuesto a la medida ya que, según los expertos, es beneficiosa para su reinserción. Sin embargo, los propios informes —y así lo ratifica el juez en su auto— establecen que la homicida debe seguir interna y privada de libertad al no estar recuperada.

La Fundación no hizo nada

El 4 de abril de 2003, De Mingo, de 31 años y residente en el servicio de Reumatología, empuñó un cuchillo y asestó 17 puñaladas a ocho personas en la zona de Medicina Interna de la tercera planta de la Fundación Jiménez Díaz. Leilah El Oumaari, también residente y de 27 años; Félix Vallés, esposo de una paciente del hospital, de 77 años; y Jacinta Gómez, enferma de 77 que estaba ingresada en el centro, perdieron la vida. Los demás sufrieron heridas graves al huir o al intentar detenerla, cosa que solo logró un celador al golpearle con un perchero.

El 7 de junio de 2006, la doctora fue absuelta de los cargos de homicidio e intento de homicidio por la Audiencia Provincial al comprobarse que padecía esquizofrenia paranoide, aunque estableció para ella 25 años de internamiento en un psiquiátrico. Según los expertos que testificaron en el juicio, De Mingo sufría paranoia y alucinaciones, por lo que había comprado un cuchillo para librarse de compañeros de trabajo que, según creía, querían matarla.

La Audiencia hizo responsable civil subsidiaria de las indemnizaciones impuestas para familiares y víctimas a la Fundación Jiménez Díaz, dado que la sentencia estableció que tanto el tutor de De Mingo como los superiores de este y los responsables del hospital conocían su estado, pero la mantuvieron en su puesto en el servicio de Reumatología a pesar de todo.

Compañeros y pacientes habían comunicado por distintas vías que tenía comportamientos extraños (hablaba sola, trabajaba frente al ordenador con el monitor apagado, profería amenazas), pero las quejas fueron desoídas. La Asociación del Defensor del Paciente llegó a pedir al fiscal general del Estado que investigase las irregularidades durante el período formativo de De Mingo en la Fundación, pero ningún responsable del centro fue condenado.

"Es una vergüenza"

Esta es la primera vez que los familiares y las víctimas del suceso conocen los permisos de De Mingo, cuya familia residen en el municipio madrileño de El Molar. El juez de vigilancia penitenciaria no tiene obligación de comunicar a los afectados la medida que otorga a la interna, considerada "modelo" y que continúa estudiando dentro del penal, según fuentes judiciales.

Fernando Alberca, pareja de la fallecida Leilah El Oumaari califica como "una vergüenza y un peligro" su permiso "vacacional". "Sin control, sin vigilancia policial y al cargo de la misma familia que sabía lo que tenía, que no la ingresó para tratarla y que medró para mantenerla en su puesto. Así la dejan salir. Creo en la rehabilitación, pero, ¿qué pasa si no sigue el tratamiento y vuelve a cometer algo así?", denuncia en declaraciones a 20minutos.

"Noelia de Mingo pertenece a una familia 'bien' de El Molar. Su padre iba en las listas del PP [Juan de Mingo]. Su abogado era su primo [Juan Carlos de Mingo Pascual, después, teniente de alcalde muncipal] y son amigos de la familia de Carlos Jiménez Díaz, fundador del hospital. En el pueblo, levantaron una estatua en su honor. Todos sabían que no estaba en condiciones de tratar a pacientes o infiltrarles con agujas, pero querían que terminase la residencia a toda costa [le quedaba un año]. Ahora, nuestros familiares están muertos y ninguno ha pagado por ello", reclama.

La asociación El Defensor del Paciente, que se personó en el juicio omo acusación particular y popular, ha calificado de "auténtica barbaridad" la decisión del juez.

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