El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, ha destacado la "responsabilidad que nos ofrecen cada día los trabajadores de este país" frente al que considera "ejemplo en contra" de determinadas "cúpulas sindicales".

En un artículo publicado en su blog, el líder de la Patronal vasca ha subrayado que "no es el miedo el que explica el fracaso" de la huelga general desarrollada en País Vasco y Navarra el pasado miércoles, sino la "firme convicción de que además de no resolver ni cambiar nada, la huelga es la menos positiva y más lesiva de las respuestas posibles".

Tras recordar que la del miércoles fue "la sexta huelga de las que se han convocado en Euskadi durante esta crisis", Lujua insiste en que junto a los "perjuicios" que generan, quizá "la mayor evidencia que nos dejan es la de su inutilidad".

"Lo más reconfortante es constatar la responsabilidad que nos ofrecen cada día los trabajadores de este país, frente al ejemplo en contra que vienen dando determinadas cúpulas sindicales", valora, para añadir que no es el miedo lo que explica "el fracaso de la última huelga", sino la convicción de que "además de no resolver ni cambiar nada, la huelga es la menos positiva y más lesiva de las respuestas posibles".

A su juicio, en momentos de dificultad y cambio, lo que toca es "luchar y adaptarse", ya que para superar los problemas "la reivindicación y la arenga deben al menos acompañarse de ganas de construir y trabajar".

"Por mucho que todos añoremos tiempos mejores, de nada sirve aferrarse a un pasado que probablemente no va a volver. Negar la realidad, rehuir por sistema cualquier posibilidad de entendimiento y acuerdo o hacer de la confrontación una apuesta estratégica como desgraciadamente desde hace más de una década nos tiene acostumbrados la mayoría sindical vasca, además de nada edificante, contribuye muy poco a la reactivación económica y al empleo", advierte.

Asimismo, Lujua se pregunta si la huelga "no empieza a convertirse en un fin en sí mismo, que tiene quizá más que ver con una estrategia de confrontación y hegemonía sindical, que con la cercanía a las necesidades y preocupaciones de los propios trabajadores".

Algo que, a su juicio, junto a la "responsabilidad de las personas", explica "el escaso seguimiento recabado y su divergencia creciente con las necesidades y prioridades de la sociedad vasca".