Arranca en el Vaticano el juicio contra el exmayordomo de Benedicto XVI

  • Paolo Gabriele está acusado del robo con agravantes de documentos reservados del Papa y puede ser condenado a hasta cuatro años de cárcel.
  • También será juzgado un técnico informático acusado de encubrimiento.
  • Es la primera vez que el Vaticano afronta un proceso penal de esta envergadura y esperan que dure pocos días.
Imagen del 16 de junio de 2010 del mayordomo del Papa, Paolo Gabriele (primer plano izq), viajando con el papa Benedicto XVI a el Vaticano. Gabriele fue condenado a año y medio de cárcel por el robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI.
Imagen del 16 de junio de 2010 del mayordomo del Papa, Paolo Gabriele (primer plano izq), viajando con el papa Benedicto XVI a el Vaticano. Gabriele fue condenado a año y medio de cárcel por el robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI.
EFE
Imagen del 16 de junio de 2010 del mayordomo del Papa, Paolo Gabriele (primer plano izq), viajando con el papa Benedicto XVI a el Vaticano. Gabriele fue condenado a año y medio de cárcel por el robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI.

El juicio contra el exmayordomo del papa, Paolo Gabriele, de 46 años, y del informático del Vaticano, Claudio Sciarpelletti, de 48, por el robo y difusión de cientos de documentos reservados de Benedicto XVI comenzó este sábado en el Vaticano, en medio de una gran expectación.

El proceso comenzó a las 9.30 horas local —la misma hora en la España peninsular— en la Oficina Judicial, un sala austera, no muy grande, con paredes pintadas en colores sobrios, mesas de maderas oscuras y una veintena de sillas, ubicada en un edificio del pequeño estado cercano al ábside de la Basílica de San Pedro.

De momento se desconoce el tiempo que durará esta primera audiencia. Tampoco se sabe la duración total del juicio. En el Vaticano, según dijeron fuentes vaticanas, se espera que dure pocos días, ya que desean cuanto antes dar carpetazo a un tema que solo ha ocasionado problemas.

El Tribunal está formado por el presidente, Giuseppe della Torre, y los también magistrados Paolo Papanti Pelletier y Venerando Marano.

El juicio se abre como muchas dudas, ya que es la primera vez que el Estado de la Ciudad del Vaticano —creado con los Pactos Lateranenses de 1929— afronta un proceso penal de esta envergadura.

Anualmente se celebran en el Vaticano una treintena de juicios, pero de carácter menor, ya que son de carteristas y pequeños robos ocurridos en la plaza de San Pedro y en la basílica vaticana.

Hasta cuatro años de cárcel

Además de Gabriele, conocido como "Paoletto" y que puede ser condenado a hasta cuatro años de cárcel, también será juzgado el técnico informático Claudio Sciarpelletti, de 48, acusado de encubrimiento, que puede ser condenado a un máximo de un año.

"Será un juicio justo", aseguró Giovanni Giacobbe, fiscal del tribunal de apelación del Vaticano, y precisó que el papa, como jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, puede ejercer en cualquier momento su prerrogativa de perdonar al infiel mayordomo, aunque el que no lo haya hecho hasta ahora es la señal de que desea que se llegue hasta el fondo del caso.

Aunque "Paoletto" ya se ha declarado culpable, eso no influirá en los jueces, ya que quien se confiesa culpable puede estar en realidad encubriendo a otras personas.

El Tribunal está formado por Giuseppe della Torre, como presidente, Paolo Papanti Pelletier y Venerando Marano. El fiscal es el "Promotor de Justicia" del Vaticano, Nicola Piccardi, y la abogada defensora de Gabriele es Cristiana Arru. Al juicio asisten una veintena de personas, ya que es público, y ocho periodistas de todo el mundo.

Bajo arresto domiciliario

Tanto "Paoletto" como Sciarpelletti pueden no acudir al proceso, basta que lo hagan sus abogados, aunque todo da a entender que asistirán.

Fuentes de la familia dijeron a los medios italianos que el exmayordomo está muy preocupado por la repercusión que el caso puede tener para sus tres hijos, que siguen viviendo en el domicilio familiar en el Vaticano.

"Paoletto", que se encuentra bajo arresto domiciliario, sigue cobrando su sueldo mensual, confirmaron fuentes vaticanas.

El juicio ha comenzado con el informe del juez relator y para después intervenir la defensa. A continuación se pasará a la requisitoria del fiscal y se concluirá con la arenga defensiva de los imputados, que como contempla la Justicia vaticana son siempre los últimos en intervenir.

Irían a prisiones italianas

En el caso de que ambos sean condenados a cárcel, cumplirían la condena en prisiones italianas, ya que el Vaticano no tiene una penitenciaría, solo varias celdas de seguridad.

Durante el juicio pueden ser llamados varios testigos, ya que la investigación aparecen eventuales cómplices que se ocultan bajo las letras "X" y "W".

No se descarta que pueda ser llamado también el secretario particular del papa, Georg Ganswein, de cuyo despacho durante varios años robó y fotocopió "Paoletto" los documentos filtrados a la prensa y publicados en el escandaloso libro Sua Santita.

Asimismo, pueden ser llamados a testificar cardenales, pero tendrán que deponer en sus domicilios.

Las normas penales del Vaticano

El Estado de la Ciudad del Vaticano tiene como fuente normativa el Código de Procedimiento Penal italiano de 1913, conocido como Zanardelli, y el Código Penal de 1889, de Humberto I.

Según Giacobbe, aunque son tan antiguos que casi es imposible encontrar volúmenes y hay que hacer fotocopias, dan prioridad a la defensa de las personas, en lugar de la defensa del Estado como contemplan los siguientes códigos italianos.

Con este juicio no concluyen las investigaciones sobre el robo de documentos ni tampoco se excluye la posibilidad de que "Paoletto" tuviera cómplices.

Gabriele ha admitido haber cometido el delito y según los documentos del proceso, aseguró que actuó "por orden" del Espíritu Santo para desvelar el mal y la corrupción que hay en el Vaticano y para defender al papa.

El caso 'Vatileaks'

El escándalo de las filtraciones de documentos reservados del papa y de la Santa Sede, conocido como Vatileaks, se desató a principios de este año, cuando una televisión italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en EE UU, el arzobispo Carlo María Viganó, en las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.

El 19 de mayo se publicó el libro de Nuzzi con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelan supuestas tramas e intrigas en el pequeño Estado, y el día 24 de mayo fue detenido Gabriele.

Sciarpelletti fue detenido un día después, pero 24 horas después fue puesto en libertad con cargos. "Paoleto" estuvo 53 días detenido, hasta que fue puesto en arresto domiciliario.

Además de la sustracción de documentos reservados, entre el material retenido a "Paoletto" se encontró un cheque a nombre de Benedicto XVI por un valor de 100.000 euros, regalo de la Universidad Católica de Murcia (España), una pepita de oro y una edición ilustrada de la Eneida de Annibal Caro de 1581, todos ellos obsequios ofrecidos al Pontífice.

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