En una breve visita al centro acompañados por los periodistas, varias madres mostraron las grietas de varios centímetros que parten por la mitad el edificio, una construcción de 1931 ideada por la Institución Libre de Enseñanza para favorecer el aprendizaje de los niños, con amplios ventanales y luminosos pasillos.

Situado a dos calles de la Ribera de Curtidores, el colegio empezó a presentar problemas estructurales en 1999, lo que fue denunciado y motivó, en 2001, la firma de un convenio por el cual se iniciaron algunas rehabilitaciones.

Obras y reformas

Según han explicado las madres, después de un "arreglo" de 24.000 euros en 2002 " que no sirvió para nada", la primera rehabilitación se hizo tres años más tarde, encargada a la empresa CABBSA (Construcciones Angel B. Beltrán, S.A.) por un importe superior a los 830.000 euros.

Duró siete meses, cuatro más de los previstos, lo que obligó a trasladar a los niños, en esta ocasión, a un colegio de Aluche.

Las clases se reanudaron en enero de 2005, pero sin calefacción y sin luz. Los padres empiezan a darse cuenta, explicó Susana Cintado, como portavoz del AMPA, de que "han aparecido grietas".