Y es que la Xunta quiere que la conservera quede en manos gallegas para que no se pierda «actividad ni empleo» en las factorías de Carballo y Esteiro, en A Coruña.El Gobierno gallego reconoció ayer contactos con «empresas líderes», aunque tampoco quiso precisar nombres, alegando que no sólo depende de su voluntad. Unas medidas que al presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, le parecen «formulaciones infantiles».
Por su parte, las centrales sindicales CC OO y UGT manifestaron su temor a que el accionariado quede en manos de capital de riesgo, ya que sólo saldrían beneficiados los nuevos inversores, siendo los más perjudicados los 700 trabajadores.
Mientras, la dirección de la empresa comunicó ayer a los trabajadores la intención de vender el capital a medida que lleguen las ofertas.
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