Una escala larga
«Es el descubrimiento musical más importante de los últimos años», dicen los que la conocen. Y estuvo a punto de quedarse en algún escalón de los tantos que tienen que subir los cantantes antes de ser solista famosa o voz de los Mojo Project.
Desde muy pequeña, su talento musical era evidente. Y lo aprovechó: cantaba, primero, en bandas locales y, después, en los mejores circuitos musicales independientes. Se acompañaba de músicos americanos y mallorquines, como Miguel Rodríguez, Jacob Sureda o Noah Shaye.
Fue durante los noventa cuando hizo algún intento –con mucho éxito– de subir otro peldaño: participó en el montaje Ombra, de La Fura dels Baus, o en la banda sonora de la película Km. 0. También probó en el mundo de las discotecas y el ambiente house.
Tras tocar todos los palos, tras beber de prácticamente todas las fuentes musicales, ahora ya tiene disco. Y le empieza a gustar a todo el mundo. La subida será ahora todavía más vertiginosa.
* Hoy, en el Auditorio de Ceutí. 21.30 h. 12 euros.
Una música completa
Igual que los artistas del Renacimiento practicaban todas las disciplinas, Concha Buika se atreve con todo y busca siempre el más difícil todavía. Su paso por distintos grupos y la experiencia le han enseñado a mezclar para unir y obtener buenos resultados.
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