Los enfrentamientos entre dos sectores de mineros bolivianos, que luchan por el control de una mina, causaron el viernes otros diez muertos, lo que eleva a 21 el total desde que comenzaron un día antes, ha informado el defensor del Pueblo, Waldo Albarracín.

Albarracín añadió que el acuerdo inicial de cese de hostilidades que logró la noche anterior en el pueblo minero de Huanuni, en el departamento de Oruro, fracasó y que sus intentos de mediación han sido "totalmente superados, porque siguen los enfrentamientos con dinamita".

Asimismo explicó que la

"Nuestra etapa está superada. Tuvimos que salirnos. El Gobierno deberá tomar ahora decisiones más importantes", dijo el Defensor del Pueblo.

Minutos antes, el ministro de Defensa, Wálker San Miguel, informó en el Palacio de Gobierno, en La Paz, de que se ha decidido enviar a 700 policías a la zona del conflicto.

San Miguel remarcó que el "importante contingente policial" está ingresando a la mina sin llevar armas letales para dar seguridad a los pobladores de Huanuni.

El Defensor del Pueblo había anunciado poco antes un acuerdo entre los distintos bandos para que terminaran los enfrentamientos violentos, que habían causado, a esas horas, 11 muertos y 57 heridos.

En declaraciones a medios locales desde el pueblo de Huanuni, donde se produjeron los choques durante todo el día con uso de armas de fuego y dinamita, Albarracín había explicado que las dos partes se habían comprometido a suspender las hostilidades.

Este "acta de paz" comprometía a las partes a "viabilizar las negociaciones correspondientes con participación de autoridades gubernamentales para encontrar una solución definitiva y efectiva a las demandas de cada sector en relación con la explotación de estaño en el cerro Posokoni".

Huanuni es un centro minero ubicado a 288 kilómetros al sureste de La Paz, donde los asalariados de la empresa estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y los cooperativistas que les disputan el yacimiento usaron armas de fuego y dinamita en un enfrentamiento que duró varias horas.

Ambos grupos, cada uno por su lado, bloquearon en septiembre pasado las carreteras más importantes de Bolivia para exigir al Gobierno que atendiera sus demandas.

El primer enfrentamiento comenzó al acabar una asamblea de varios centenares de mineros de cooperativas de la región, que decidieron ocupar por la fuerza la Empresa Minera Huanuni, propiedad de Comibol.

Como los mineros asalariados de esa empresa se atrincheraron en su campamento, los cooperativistas iniciaron un cerco que derivó en el ataque con dinamita desde ambos lados, según relataron obreros, vecinos y periodistas del lugar.

El líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, responsabilizó del suceso al Gobierno y anunció para este viernes una reunión de la directiva sindical nacional para adoptar medidas, entre las que no se descarta una huelga general.

Montes, minero asalariado, censuró airadamente tanto a Morales como a García Linera por no haber resuelto a tiempo las discrepancias entre los dos sectores obreros.