Los trabajadores de Lauki en Valladolid han regalado este sábado 2.500 litros de leche a los ciudadanos para exigir un plan de viabilidad que asegure el mantenimiento de la producción y el empleo de la fábrica, según ha informado el Presidente del Comité de Empresa, Juan Carlos García Serrano, a Europa Press.

Serrano ha explicado que la situación actual en la planta "es insostenible" por lo que exigen la realización de un plan de futuro que mantenga los puestos de trabajo, evite la deslocalización de sus productos y mantenga unos volúmenes de producción rentables.

La empresa Lauki, que tiene 54 años de historia, contaba en Valladolid con 180 empleados hace cuatro años mientras que ahora la plantilla se ha visto reducida a la mitad, al igual que la producción anual que ha pasado de ser de 200 millones de litros anuales a poco menos de 100.

En este sentido, los trabajadores han pedido a la empresa que establezca un plan de futuro y ésta tomará una decisión el próximo 8 de noviembre, pero hasta el momento "no se sabe nada" de las futuras actuaciones de la compañía.

Por otro lado, Serrano ha negado cualquier conocimiento sobre las negociaciones entre la empresa y la Junta de Castilla y León después de que la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, amenazara con cancelar el contrato de suministro de la marca blanca de la cadena de supermercados El Árbol, de la que es partícipe el Ejecutivo autonómico.

Algunos de los empleados que se encontraban en la Plaza de Fuente Dorada, donde se ha efectuado el reparto de leche desde las 18.30 horas, han explicado que temen que se produzca una descapitalización de la maquinaria, ya que hasta el momento se ha llevado a cabo un "desmantelamiento progresivo" tanto de trabajadores como de maquinaria.

En este acto, en el que también se han repartido pasquines informativos, los organizadores han informado de que el grupo Lactalis se inició en España con cuatro fábricas más centros de recogida y logísticos, mientras que ahora solo queda la planta de Valladolid.

El grupo francés ha despedido ya a 600 trabajadores a nivel nacional, por ello los vallisoletanos reclaman que su situación, al menos, "se quede como está".