El presidente del Gobierno regional, Ignacio Diego, ha reconocido este viernes que Cantabria tiene serios problemas de liquidez y que la situación en este sentido es "crítica". Pese a ello, explicó, el Gobierno está intentando "eludir el camino fácil" que supone acudir al Fondo de Liquidez del Estado —como ya han hecho otras autonomías como Cataluña— porque "todavía podemos".

Diego ha destacado que su Gobierno ha apostado por el "camino difícil" porque Cantabria "tiene una capacidad que no tienen otras comunidades autónomas", y es que "hemos generado confianza porque planificamos y cumplimos, y esa confianza nos permite recurrir a las entidades financieras" para obtener liquidez.

"Cataluña quiere la independencia pero el dinero de los españoles y Cantabria busca el mejor camino y el equilibrio", reivindicó.

Diego recordó que, como dice el refrán, "no hay atajo sin trabajo", y advirtió que en términos de liquidez Cantabria está "andando por la cuerda floja, en el filo de la navaja", por lo que "cualquier error te lleva al camino fácil que es el Fondo de Liquidez". Si finalmente hay que recurrir a él, que "nadie se desespere", subrayó el presidente, tras explicar que en el actual contexto no hay certezas absolutas.

El presidente de Cantabria realizó estas afirmaciones en el Foro de la Ser, donde a la pregunta de si el Gobierno regional tendrá liquidez para llegar a fin de año, respondió "si Dios quiere", y explicó que para conseguirlo, el Gobierno regional está haciendo "lo mismo" que el Gobierno de Rajoy, que está librando un "delicadísimo juego" ("juego entre comillas") a varias bandas en Europa para que no sea necesario solicitar el rescate y al mismo tiempo conseguir liquidez.

Problemas de liquidez al margen, Diego afirmó que Cantabria "en muchos aspectos está mucho mejor" que hace un año, cuando el déficit de la región era el quinto mayor de todas las comunidades autónomas. "Nos hemos separado unos metros del abismo", dijo, gracias en parte a los "grandes esfuerzos" realizados en sectores como el público para caminar hacia una administración "más eficiente y austera" y a las "expectativas generadas en una serie de sectores productivos".

Presupuesto de 2013

Diego invitó a los partidos de la oposición, a los sindicatos y al conjunto de la sociedad a realizar "aportaciones razonables" de cara a la elaboración del presupuesto de 2013, que deberá ajustarse a tres "premisas ineludibles": el techo de déficit —que ha de pasar del 1,5% de este año al 0,7% del PIB—, el techo de deuda y el techo de gasto. "Con esos tres límites sale una cifra que no es inventada, es matemática pura, y no podemos sobrepasarla", apostilló.

Diego afirmó que "de esta no se sale con ocurrencias y dramatismos" sino con "coherencia, prudencia, un poco de paciencia, mucho trabajo y mucha explicación a los ciudadanos". Reconoció que "hay una inercia de convoy inevitable" y reiteró la necesidad de ser "más austeros y eficientes" y afrontar una etapa de consolidación fiscal.

El presidente admitió el desgaste político que supone seguir este camino y elogió la "madurez" de la sociedad cántabra, que en su opinión, "ha comprendido que la consolidación fiscal no es un capricho, sino el "único modo" de "salir de esta". En este sentido, subrayó la necesidad de cumplir los compromisos europeos y reiteró que la situación actual "deviene de políticas equivocadas" tanto en Cantabria como en España.

"Se tenían que haber hecho reformas hace cuatro y cinco años, y no se hicieron", agregó. Durante su intervención, Diego repaso algunos de los programas puestos en marcha por el Gobierno durante el primer año de una legislatura que, en su opinión, va a ser "revolucionaria" en materia de urbanística, en la que se van a producir "grandes avances". En este sentido, destacó que ya se han aprobado los PGOU de Santander y Puente Viesgo y en lo que queda de año podrían aprobarse otros cuatro.