" La respuestas están en la Constitución y en las leyes. Me he comprometido a jurar y hacer guardar la Constitución y las leyes", así de rotundo y firme ha contestado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la diputada Rosa Díaz, quien le cuestionaba sobre las aspiraciones secesionistas de Cataluña y le preguntaba qué iba a hacer el Gobierno para evitar que la Generalitat utilice el dinero del rescate para financiar sus planes.

Durante la sesión de control al Gobierno en el pleno del Congreso, la diputada de UPyD Rosa Díez le ha recordado a Rajoy el apoyo de su partido "frente al nacionalismo identitario que defiende a la tribu, por encima del ciudadano, amenaza a una España más justa" y le ha pedido que le recuerde al presidente de la Generalitat, Artur Mas, con quien se entrevista el jueves, "que la política no está para proteger sentimientos y sino para garantizar derechos, que habrá condiciones económicas y políticas para el rescate".

Este intercambio dialéctico se produce un día después de que el rey haya hecha pública una carta en la que alerta contra quienes en España alientan disensiones, persiguen "quimeras" y ahondan en heridas, y después de que la multidudinaria marcha de la Diada de Catalunya estuviera encabezada por el lema 'Cataluña, nuevo estado de Europa', lo que ha servido para reabrir el debate sobre su independencia.

"Yo creo que la manifestación supuso el ejercicio de un derecho que garantiza la Constitución, no comparto el lema de la manifestación ni sus objetivos", ha dicho Rajoy, pero en contestación al portavoz adjunto de CiU, Pere Macías, ha reafirmado que no está de acuerdo con el concierto económico que plantena, porque no es el momento para generar más problemas e inestabilidad política".

"Los representantes políticos tenemos un plus de responsabilidad, si las cosas se nos van de las manos no nos debemos dejar llegar, lo peor es empecinarse en el error", reitera Rajoy sobre las aspiraciones nacionalistas catalanas.

Rajoy, ha pedido a Artur Mas, que tenga "personalidad" y no se deje "arrastrar" por los acontecimientos (en referencia al éxito de la Diada), ya que, a su entender, se le han ido "las cosas de las manos". El jefe del Ejecutivo ha instado a los nacionalistas catalanes a no echar la culpa a los demás sino a "colaborar todos juntos" por el interés de los ciudadanos y no en aras de la ideología y ha rechazado el concierto económico planteado por el Gobierno de Cataluña.

Por contra, Macías ha asegurado que "nadie" puede dar lecciones a CiU de responsabilidad política en la gestión de la crisis económica y ha denunciado la "desigualdad de trato" que sufre Cataluña, así como el balance fiscal "escandalosamente desequilibrado".

"Cataluña no va contra nadie", ha insistido Macías, que ha subrayado que una mayoría de los catalanes no está de acuerdo con el trato financiero que recibe su comunidad.

"Cada pueblo debe tener la libertad para decidir su futuro. Esa frase no es mía, ni siquiera de un catalán, es de Vicente del Bosque. Eso ni más ni menos es lo que le pedimos un millón y medio de catalanes", ha afirmado.

Rajoy, ante las críticas del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, —que lo ha acusado de no tener un plan para el país— ha defendido su política, y ha vuelto a hablar de la "herencia del PSOE" para justificar los problemas que atraviesa la economía española.

Rajoy ha augurado que "dentro de poco" volverá a haber en España crecimiento económico y empleo" y ha recordado que han tenido que aprobarse más de cincuenta leyes y decretos en los primeros ocho meses de la legislatura para paliar los efectos de esa herencia.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en respuesta a la pregunta planteada por la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, ha afirmado que el Gobierno decidirá si España se acoge al programa del BCE de compra de deuda "con arreglo al interés general y sin demagogias", una vez que haya analizado "muy bien" todos los términos e implicaciones de la petición.

La vicepresidenta ha recordado que el Banco Central Europeo está promoviendo la adquisición de compra de deuda soberana en el mercado secundario, a la vista de la subida de los intereses de financiación cada vez que se duda de la irreversibilidad del euro, intereses que en el caso de España ascenderán a 30.000 millones de euros este año.

Ha subrayado que la posibilidad de que el BCE interviniese hasta hace "algunas fechas" le parecía positiva al PSOE, y por eso ha retado a Soraya Rodríguez, a explicar la razón de que ahora hayan cambiado de postura. La socialista ha contestado acusando al Ejecutivo de estar "superado por la realidad" y de no explicar ante la Cámara sus verdaderas intenciones.