El hombre acusado de violar el 5 de julio de 2010 a una mujer de 84 años de edad tras haber entrado en la casa de la anciana, en Vigo, ha negado ser el autor de los hechos y ha destacado que tenía una buena relación con la octogenaria. "Nunca he discutido con ella, éramos como de la familia", ha añadido, explicando que él y su familia habían comido con ella en varias ocasiones.

Este martes ha comenzado en la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, el juicio contra Luis B.S., acusado de violar y robar 300 euros a esta mujer, que vive sola en una vivienda de la zona de Coruxo y la cual le reconoció por la voz y forma de hablar.

La Fiscalía, que pide penas que suman 20 años de cárcel, una multa de 10 euros al día durante dos meses y una indemnización de 30.000 euros, acusa a este individuo de los delitos de allanamiento de morada y violación y robo con violencia, así como de una falta de lesiones.

Además, destaca que se dio el "agravante de disfraz", pues, según el relato del ministerio público, el hombre —que tenía 51 años cuando ocurrieron los hechos y actualmente permanece en prisión provisional— llevaba pasamontañas. Según la fiscalía, el acusado le dijo a la mujer que le abriera la puerta, que era el vecino, y, posteriormente, la golpeó, la agredió sexualmente y se llevó 300 euros que tenía en el bolso.

Por su parte, la acusación particular solicita un total de 32 años de prisión, pues a las peticiones que hace la fiscalía le añade un delito de violación en grado de tentativa, para el que pide otros 12 años. En cuanto a la responsabilidad civil, eleva su petición a 100.000 euros.

ADN

La defensa pide la libre absolución de su patrocinado, pues sostiene que el acusado "no intervino en los hechos". Sobre el perfil genético de pruebas recabadas por las fuerzas de seguridad en casa de la víctima, ha explicado que el hombre tiene un hermano gemelo y que el perfil es "igual". Por otra parte, considera que en todo caso, los hechos serían constitutivos de un delito de violación y una falta de hurto.

En su declaración, el acusado mantuvo que la víctima "era vecina de toda la vida" de sus suegros y que en aquella época él vivía con ellos, estando la casa a una distancia de 200 metros de la de la octogenaria.

Asimismo, ha asegurado que nunca había entrado en la casa de la mujer, si bien, preguntado sobre por qué durante la instrucción había dicho lo contrario hasta en tres ocasiones, ha precisado que había estado en un salón comedor que la mujer tenía en el patio —las veces que había ido a comer—, pero que no conocía la casa.

El acusado ha justificado la presencia de una huella suya localizada por la Policía en una botella que estaba en la mesilla de noche del dormitorio de la anciana explicando que, unos 15 días antes de los hechos, su perro se coló en la propiedad de la mujer y ella, al verlo a él, le había dado agua para beber.

Sobre la presencia de sangre con su perfil de ADN en las sábanas de la mujer, ha apuntado que podía ser que, el día que bebió el agua que la mujer le ofreció, hubiese manchado con alguna herida la ropa de cama tendida en el patio.

GEMELOS

En la jornada de este martes, en la que la defensa ha pedido que se excluyese la prueba de ADN, algo que fue desestimado por el tribunal; el acusado ha asegurado tener "buena relación" con su hermano gemelo, con el que, según ha afirmado, se veía habitualmente. Por su parte, la mujer y un amigo de Luis B.S. declararon que las voces de ambos hermanos "se parecen mucho", siendo ambas prácticamente iguales.

Asimismo, tanto la esposa del acusado como este amigo aludieron a los problemas con el alcohol que tenía Luis desde 2005, que le hacían estar alterado y por los que llegó a estar a tratamiento médico.

La mujer también se ha referido a la relación con la octogenaria, pues ha indicado que la víctima era amiga de sus padres y que habían tenido una "relación muy buena", pero que se "había roto la amistad" cuando la anciana acusó a un hermano de ella de haber entrado a su casa a robar fruta.

Asimismo, ha indicado que su marido le había comentado la "anécdota" de que un día le había ofrecido agua cuando el perro se había colado en la casa, y que a ella le pareció "raro" porque en aquel momento ya no tenían contacto con ella.

Por su parte, la anciana ha realizado su declaración a puerta cerrada y, dentro de la sala, estuvo amparada por un biombo que imposibilitaba que el acusado pudiera verla. La mujer ha acudido acompañada de una amiga de la zona —que no prestó declaración— y que, en declaraciones a los medios, también ha aludido a que la mujer está muy afectada. "A cualquier persona que le pase algo así es para toda la vida", ha afirmado esta mujer, María Pérez.

En la sesión de este martes también han declarado dos policías y una vecina de la víctima, que ha explicado que, a raíz del suceso, la mujer dejó de salir y está "bastante triste y llora por cualquier cosa". El juicio contra Luis B.S. se reanudará el miércoles, cuando está previsto que quede visto para sentencia.