La Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra ha acordado, a petición de NaBai y Bildu, no convocar actividad ordinaria en la Cámara el 26 de septiembre con motivo de la huelga general convocada para ese día por los sindicatos nacionalistas.

Además de NaBai y Bildu, han apoyado trasladar la actividad de esa jornada el PSN e Izquierda-Ezkerra, mientras que el PPN y UPN han votado en contra.

Según ha explicado a los medios Patxi Zabaleta, portavoz de NaBai, "ese día los parlamentarios prepararán el pleno del día siguiente, realizarán el trabajo que consideren oportuno pero se ha respetado, por mayoría, el derecho a la huelga". "Las actividades oficiales del día 26 serán cambiadas de día", ha dicho.

Por su parte, Bakartxo Ruiz, de Bildu, ha defendido que el día 26 "los parlamentarios que quisiéramos tuviéramos la oportunidad de participar en la jornada de huelga" y ha valorado "positivamente" este acuerdo en la Cámara. "En estos momentos es más importante que nunca compaginar el trabajo institucional contra los recortes con la lucha en la calle y estar codo con codo con los trabajadores", ha añadido.

El socialista Roberto Jiménez se ha mostrado favorable a que "los grupos parlamentarios que quieran sumarse a las movilizaciones puedan hacerlo". "Tenemos que facilitar el derecho a la huelga y el derecho al trabajo", ha afirmado, para añadir que "otros grupos trabajaremos con absoluta normalidad".

En contra, el regionalista Carlos García Adanero ha considerado un "auténtico despropósito" que el Parlamento no tenga actividad ordinaria ese día "porque dos sindicatos hayan convocado una huelga general". "UPN nunca ha apoyado una huelga general, independientemente de quien la hubiera convocada y creemos que ahora no es el momento de huelgas generales sino de intentar salir de la crisis", ha expuesto.

Ha esperado que la jornada de huelga del día 26 "no tenga las consecuencias que tuvo la última huelga general que hubo en Navarra, que todos recordaremos que acabó en alguna calle de Pamplona como una situación más propia de una película del Oeste que como un país civilizado y democrático en el siglo XXI".