Subida general

En cuanto a la propuesta de subida general que presentarán al Concello, su presidente, Aurelio Bolaño, prefiere guardar el silencio más absoluto «por temor a que salte la liebre antes de tiempo y nos presionen para rebajar», asegura.

El pasado año, dicho incremento fue de 0,20 céntimos de euro, por lo que esperan que, al menos, se mantenga esta subida. «Para ganar un sueldo normal es necesario trabajar más de 14 horas», explica Bolaño.

Con una simple comparativa, es evidente que las tarifas de Vigo son las más bajas de las ciudades gallegas. En A Coruña, el kilómetro se cobra a 0,75 céntimos mientras que aquí el importe asciende a 0,70. Además, la carrera mínima en la ciudad herculina es de 3 euros, subiendo a 3,40 durante el fin de semana.

Es, por tanto, 0,39 céntimos de euro más cara que la carrera mínima de Vigo, que está fijada en 2,61, y que se mantiene igual durante los fines de semana. «Lo que esperamos conseguir es una tarifa digna, sin que por ello quememos al cliente», afirma Bolaño.

El tráfico: otra batalla

El gremio de profesionales del taxi no sólo tiene que luchar con las tarifas. El tráfico es uno de sus peores enemigos, que además han de sufrir a diario. Las zonas más conflictivas de la ciudad son: Travesía de Vigo con Jenaro de la Fuente, Camelias, Castrelos y Gran Vía, sobre todo en las zonas próximas al nuevo centro comercial. Por otra parte, la Policía Local ha emprendido los controles entre los taxis vigueses para comprobar si los pasajeros llevan puesto el cinturón.