Cubero defiende los transgénicos ante una sobrepoblación pero ve una "chorrada" pensar que quitarán el hambre en África

El catedrático opina que España llegó al limite de tierras plantadas y apuesta por planificar cultivos más resistentes

El catedrático José Ignacio Cubero Salmerón, premio nacional de Genética, ha defendido el uso de los transgénicos y ha destacado que en 20 años "no ha habido ni un solo caso de defecto". Cubero, en una entrevista concedida a Europa Press, ha aludido a los transgénicos como una de las formas de obtener cultivos más resistentes ante una previsión de sobrepoblación de 9.000 millones de habitantes en 2050, aunque ha tildado de "chorrada" pensar que son la solución al hambre en el mundo, y especialmente de África.

Sobre esto último, ha indicado que el problema de África no se soluciona con transgénicos, ya que tienen sistemas sociales "paralizantes" y muy poco interés en la educación de la población por parte de las antiguas colonias, según él. A esto ha sumado que los suelos están "totalmente degradados" por las deforestaciones "tremendas" que se han hecho, por lo que habría que reconstruir el suelo, algo que es difícil porque llevaría muchos años y voluntad de hacerlo.

En cuanto a los transgénicos, ha considerado que en Europa se está perdiendo "absolutamente" la carrera en este campo. Sin embargo, ha reconocido que España está más abierta a estos debido a los resultados que se consiguieron en la resistencia del maíz al taladro -una larva de mariposa—. Con ellos se evitó el utilizar otro tipo de insecticidas que tiene una potencia tóxica "tremenda", según él.

Ha lamentado, además, que los políticos no quisieran dar ejemplo en la pequeña pantalla comiendo alimentos transgénicos para mandar un mensaje de tranquilidad. Cubero ha incidido que, sin embargo, la mayoría de las camisas de algodón que se utilizan en el país están hechas con algodón transgénico, sobre todo procedente de la India, y apenas se sabe o se dice algo sobre esto.

Unido a ello, ha remarcado que en el mundo hay más de 100 millones de hectáreas plantadas con transgénicos "y no ha pasado absolutamente nada", ha reiterado, además de echar la culpa de que la gente sea reacia a ellos por la propaganda "negativa e irracional" de algunas asociaciones.

También ha destacado que España ha llegado al límite de tierras cultivadas, por lo que habría que ir a técnicas de ahorro de agua y abono y plantas más resistentes. Las previsiones de sobrepoblación llevan, a su juicio, a apostar por plantas más resistentes, sean tradicionales o transgénicos.

Cubero ha explicado que los montes para desforestar que quedan son pobres y darían como para dos años. "Lo que queda es mejorar el rendimiento", ha insistido, al tiempo que ha defendido los transgénicos.

Por este motivo, ha insistido en la necesidad de un plan a largo plazo para plantas más resistentes y apoyar las investigaciones que vayan en esta línea. Como ejemplo, ha apuntado que hay empresas bodegueras que llevan la vid a diferentes zonas por si tienen que cambiar los patrones de esta ante posibles cambios climáticos. Algo que ha animado a emular con otro tipo de variedades.

El investigador ha reivindicado, por otro lado, la importancia y beneficios de las plantas leguminosas, frente a una masiva importación de maíz y soja y ha lamentado que los políticos se hayan "olvidado" de ellas.

Su investigación, centrada en mejorar el rendimiento de las plantas, no sólo puede aplicarse a las leguminosas, sino a muchos otros cultivos difíciles, ya sea por algunas enfermedades que antes se pensaba que no tenían tratamiento o para hacerlas más resistentes.

Cubero ha aclarado que se centró más en términos de biología molecular y no transgénicos, aunque los ha defendido cuando solo se pueden resolver los problemas con genes de otra especie. Es por ello, que el resultado de su investigación sería también de aplicación en la agricultura ecológica, porque es "totalmente tradicional".

En este sentido, ha opinado que el agricultor está dispuesto a pagar un sobreprecio si la semilla lo vale por su calidad. No obstante, ha apuntado que el algodón transgénico, pese a ser resistente al gusano rosado, no se adoptó en España "por razones ideológicas".

Picaresca en la agricultura

También ha advertido sobre la "picaresca" que se da en algunas empresas, que venden productos a agricultores aún sabiendo que no los necesita o no se puede dar en esos lugares. "Es un fraude", ha indicado antes de conminar a que el agricultor esté preparado para que no le vendan algo que no necesita."No le conviene comprar un Ferrari para ir por caminos rurales", ha apostillado.

"El hombre es pícaro por naturaleza", ha ironizado antes de advertir de que venden a los agricultores "cosas que no conoce". Como ejemplo, ha citado el de asociar la palabra híbrido con algo bueno, ya que dio muy buenos resultados en el maíz, pero ha incidido en que hubo "mucho fraude" en su uso. Ha señalado, entre otras cosas, que se vendió tomate híbrido cuando en realidad no lo era. Por todo ello, ha pedido un mayor control de la Administración y ha animado a comprar en empresas "serias".

Cubero ha resaltado que en España el nivel de la investigación agrícola es "muy bueno" y se han hecho muchas cosas. El fallo, para él, es que el agricultor español está "poco formado". En Holanda, por ejemplo, ha señalado que hay que pasar por una escuela de capacitación donde se les da unos conocimientos como pueda ser la manipulación de productos tóxicos, mientras que en España se dan muy pocos cursos.

Premios de genética

Catedrático de genética emérito de la Universidad de Córdoba y profesor asociado al Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, Cubero acaba de ser galardonado en la categoría de Investigación en Aplicaciones de la Genética. El jurado ha premiado:"su contribución a la mejora genética de plantas, especialmente las leguminosas de la agricultura mediterránea, que no han recibido la atención que merece su papel en la alimentación humana. Ha abordado problemas muy diversos, como la calidad, el rendimiento y la resistencia a enfermedades y plagas, y ha obtenido nuevas variedades cultivadas".

También se ha destacado "su labor docente, personal y publicada, su impulso a la investigación agraria y la conservación de recursos genéticos en países africanos y asiáticos y su interés por la historia de la agricultura".

Los premios los concede la Sociedad Española de Genética (SEG) y la Fundación Pryconsa y junto a él ha sido galardonado también Andrés Moya Simarro, en la categoría de de Investigación en Genética Básica. Dotados con 8.000 euros, fueron entregados este pasado jueves en Gijón.

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