Un jubilado lleva meses en "huelga de medicamentos", en protesta por el repago

  • Manuel Fernández, de 67 años, dice que se niega a pagar por sus medicinas "tras 52 años trabajando" por una cuestión "de principios".
  • Cobra una pensión de 570 euros mensuales y, sumando la de su mujer, apenas superan los 900 euros al mes para que ellos vivan junto a su hija.
  • Cada día acude a urgencias para que le den su pastilla para la tensión. Piensa seguir sin pagar su fármaco "hasta que quiten el repago".
Manuel Fernández muestra la pastilla para la tensión que le dan cada vez que va a urgencias.
Manuel Fernández muestra la pastilla para la tensión que le dan cada vez que va a urgencias.
TORRES
Manuel Fernández muestra la pastilla para la tensión que le dan cada vez que va a urgencias.

Como muchas otras personas mayores, el granadino Manuel Fernández, de 67 años, es hipertenso. Necesita tomar una pastilla diaria para controlar su tensión arterial. Con el repago sanitario tiene que asumir parte del coste del medicamento, pero al día siguiente de que entrara en vigor el repago farmacéutico, el 2 de julio, decidió no abonar ni un céntimo por su medicina y se declaró "en huelga de medicamentos".

Si tenía que pagar por las pastillas, no las tomaría. Así estuvo casi dos meses, hasta que una subida de tensión le obligó a ir a urgencias y allí le dieron su pastilla para la tensión. Días después, "sufrí otra recaída y me tuvieron que llevar en ambulancia", cuenta.

Desde entonces, acude cada día a urgencias para que le den su pastilla para la tensión. "Un par de veces me han puesto alguna pega, advirtiéndome de que eso no es una farmacia, pero entonces le digo al médico que ponga en el parte de alta que no me ha querido dar la pastilla y ahí se acaba el problema".

"Es una cuestión de principios"

Manuel Fernández dice que se niega a comprar su medicina no por una cuestión de dinero, sino "de principios". Según los términos del repago, le toca abonar un 10% de sus medicinas, lo que en su caso supondría 25 céntimos al mes (una caja con 30 comprimidos, a uno por día, vale unos 2,50 euros). No toma ningún otro fármaco, por lo que el coste es asumible. "Pero creo que ya he pagado bastante por mis medicinas después de 52 años trabajando, no es justo que tenga que poner un solo céntimo", se rebela.

Este jubilado granadino, que hasta hace dos años estuvo de autónomo montando tiendas para Inditex (el imperio Zara), vive con su mujer  y su hija –estudiante– en la zona norte de Granada, el área más deprimida de la ciudad. Cobra una pensión de 570 euros mensuales y, sumando la de su mujer, apenas superan los 900 euros al mes para vivir las tres personas.

Fernández piensa seguir sin pagar su fármaco "hasta que quiten el repago". "Hay que mentalizar al ciudadano de que esto no puede ser, están yendo a por las clases más débiles y hay que pararles los pies", dice, refiriéndose al actual Gobierno del PP. "Como mucho, podrían pagar algo por las medicinas los que tuvieran más de 1.000 euros de pensión, aunque en realidad no debería tocarle a nadie", reflexiona.

Desde que su caso lo diera a conocer el periódico digital local GranadaiMedia, Fernández ha colgado un vídeo en YouTube contando su caso y espera que su ejemplo anime a más ciudadanos a hacer lo mismo. Su rebeldía social no es nueva. Es miembro activo de Democracia Real Ya, germen del 15-M y tiene perfil tanto en Facebook como en Twitter.

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