El Gobierno francés ha anunciado este jueves que el tema sobre la integración de los gitanos, tras los desalojos de campamentos en Francia y de las expulsiones de miles de ellos a Rumanía y Bulgaria, se planteará a petición suya en el próximo Consejo de Ministros de la Unión Europea.

Se trata de responder a la voluntad francesa de que este tema se discuta en el ámbito europeo y a la solicitud de ayuda a la UE y a sus Estados miembros por parte de las autoridades rumanas para cumplir con los compromisos de integrar a su población gitana. Estas son algunas de las conclusiones del viaje de dos días, que termina este jueves, a Rumanía de los ministros franceses de Interior, Manuel Valls, y Asuntos Europeos, Bernard Cazeneuve, que en un comunicado conjunto se hicieron eco de lo conseguido en Bucarest.

En primer lugar, Valls y Cazeneuve destacaron que en su entrevista con el primer ministro rumano, Victor Ponta, este declaró que su país "no eludiría sus responsabilidades" y que está dispuesto a hacer todo lo posible para integrar a los gitanos, pero también que necesita "apoyo de la UE y de sus Estados miembros para llevar a cabo una política que combine perseverancia y medidas concretas".

Los dos países suscribieron un acuerdo por el que ambas partes realizarán y harán un seguimiento de 80 proyectos de reinserción dirigidos a gitanos rumanos expulsados desde Francia, "gracias a una estrecha colaboración entre autoridades locales francesas y rumanas que debe ser todavía desarrollada".

Bucarest confirmó que continuará enviando policías a Francia para participar en patrullas comunes con agentes franceses que se encargan de controlar a gitanos de nacionalidad rumana y de participar en investigaciones sobre los que los explotan. Paralelamente, Francia anunció que mantendrá y reforzará el dispositivo de cooperación administrativa para mejorar las capacidades de las prefecturas rumanas.

Valls señaló a comienzos de esta semana que a finales de septiembre serán unos 7.000 gitanos rumanos y búlgaros los que habrán sido repatriados desde Francia a sus países, y que van a continuar los desalojos de campamentos ilegales para los que hay dictámenes judiciales. Los dos ministros franceses visitaron en Cluj-Napoca, en el centro de Rumanía, un proyecto para favorecer la escolarización de niños, mayoritariamente gitanos, financiado en parte por la embajada francesa en ese país.

Su desplazamiento sirvió también para hablar de otros temas con el Ejecutivo rumano, y a ese respecto subrayaron en su comunicado la "convergencia de puntos de vista en cuestiones europeas de importancia", como "la necesidad de poner rápidamente en marcha las medidas que reorienten Europa de forma duradera hacia más crecimiento". Igualmente convinieron en defender que la nueva Política Agraria Común (PAC) que está en proceso de reforma debe ser "ambiciosa", y en "reforzar la política industrial europea".