La consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, ha expresado su preocupación este jueves por que el alcalde de Sevilla y presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, catalogue a los empleados públicos del ayuntamiento en función de "su militancia política".

Susana Díaz ha aludido ante el Pleno del Parlamento al asunto de una grabación que revelaría supuestas instrucciones del director gerente de la sociedad municipal Lipasam para que una empleada conservase su puesto de trabajo a través de su acercamiento a dos concejales del PP, un hecho que, en su opinión, evidenciaría una

"purga política" en las empresas públicas municipales.

Ha indicado que creía que era imposible que Zoido tuviera conocimiento de ello, de manera que le causó una sorpresa que el alcalde saliera ante los medios de comunicación haciendo públicos nombres de trabajadores municipales y vínculandolos con su militancia política.

La consejera ha expresado su preocupación por que sea el alcalde el que catalogue a los empleados municipales en función de "su militancia política".

Susana Díaz se ha referido a este asunto a raíz de que el diputado del PP-A Víctor Manuel González García le pidiera explicaciones sobre la "existencia de un documento interno" en la Delegación del Gobierno de la Junta en Málaga, con un listado de nombres señalando su "afinidad o no con el PSOE a efectos de promoción interna".

Para González, se trata de 171 nombres marcados a fuego, en lo que revela una practica habitual en países como Rusia, China, Cuba, o Corea del Norte, "y Andalucía a la par". Ha mostrado su preocupación por que el asunto no acabe ahí y solo sea el "principio".

La consejera le ha replicado que la Junta no da oficialidad alguna a una lista de personas que carece de menbrete, de identificación o de sello, lo que invalida poder darle carta de naturaleza ni veracidad a la misma. Ha querido dejar claro que cualquier nombramiento de empleado público en la administración andaluza responde a principios como la igualdad o el mérito.

Ha agregado además que no va a permitir lecciones de ningún tipo del PP, sobre todo, cuando la secretaria general de ese partido, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, creían que su maridos "se merecían grandes retribuciones al frente de Red Electrica y Telefónica".