Los liberales del primer ministro Rutte ganan en Holanda

  • Los partidos euroescépticos tanto de derecha como de izquierda son los grandes perdedores de la noche.
  • La primera fuerza del Parlamento necesitará una coalición para gobernar.
  • El partido del polémico Geert Wilders, de extrema derecha y contrario al euro, pierde 9 diputados y solo contará con 15.
  • Holanda respaldó así a dos opciones europeístas en unas elecciones anticipadas que buscan una salida a la crisis.
El primer ministro holandés, Mark Rutte.
El primer ministro holandés, Mark Rutte.
EFE/Evert-Jan Daniels
El primer ministro holandés, Mark Rutte.

Holanda abrazó a Europa en sus elecciones legislativas de este miércoles con su amplio apoyo a los laboristas y una ajustada victoria los liberales de derecha, cuyo pro europeísmo se impuso sobre el odio a Bruselas del xenófobo Geert Wilders, quien tuvo que encajar una importante derrota.

Los resultados de los comicios adelantados del 12 de septiembre dieron un vuelco a las expectativas perfiladas por los sondeos, que aunque preveían una ajustada contienda entre liberales (VVD) y laboristas (PvdA), no vislumbraban ni su espectacular ascenso ni la caída en picado del xenófobo Wilders, que perdió nueve escaños (se queda con 15) respecto a los 24 logrados en 2010.

El partido liberal de derechas (VVD) del primer ministro holandés, Mark Rutte, logró la victoria en las elecciones legislativas  frente a los laboristas del PvdA.

Los liberales, con 41 escaños, diez más que en 2010, se confirman como la primera fuerza del Parlamento holandés, formado por 150 diputados, mientras que los laboristas, con 39 asientos, aumentaron nueve escaños respecto a los comicios anteriores.

La victoria liberal no fue clara hasta cerca de las tres de la madrugada (1.00 horas GMT) del jueves, con el escrutinio del 92,5 % de los votos, que se retrasó por la lentitud del recuento, que fue manual en todos los colegios electorales.

Diferencias políticas

Si bien se ha proclamado vencedor de las legislativas, el liberal Rutte no puede dar por descontada la continuidad de la política de austeridad financiera de la que ha sido bandera en Holanda y en Europa, porque tendrá que compartir el poder, previsiblemente con los laboristas, para gobernar en mayoría.

Ambos líderes coinciden en puntos como la solidaridad con Europa del Sur -más que por principios, por propio interés de la economía de exportación holandesa-, pero difieren en sus enfoques de ataque a la crisis del euro.

Rutte es partidario de seguir alineado con Finlandia y Alemania a la hora de aplicar recortes estrictos para mantener el déficit a raya, por debajo del 3 % marcado por el Pacto de Estabilidad, mientras que Samsom se inclina hacia la realización de reformas estructurales y la creación de empleo, acercándose así a la perspectiva de Francia.

Tampoco en política nacional va a ser fácil limar sus diferencias sobre algunos asuntos como el repago sanitario o la forma de atajar el estancamiento del mercado inmobiliario.

Los extremismos se hunden

Los holandeses dieron así su respaldo a dos opciones europeístas y ubicadas en la zona central del espectro político, mientras que la representada por el eurófobo y antimusulman Geert Wilders y su Partido por la Libertad (PVV) se quedó con 15 asientos en esa cámara, nueve menos que los que logró en los comicios de 2010. Wilders, que defendía la salida del euro, seguirá siendo la tercera fuerza del país.

Wilders reconoció su derrota nada más empezar el recuento de los votos y con lágrimas en los ojos asumió que su discurso de ataque a Europa y al euro "no ha calado en esta ocasión".

Los socialistas radicales del SP, que con su programa crítico hacia la política de austeridad europea dominaron el inicio de la campaña, mantienen los 15 escaños y empatan con Wilders como tercera fuerza política

Casi trece millones de holandeses acudieron el miércoles a las urnas para elegir un nuevo Parlamento entre once opciones políticas.

Acuerdo de Gobierno

Liberales y laboristas han conseguido capitalizar el voto de otras formaciones más pequeñas como los democristianos y los verdes para crecer con fuerza con respecto a los anteriores comicios, celebrados en 2010. El VVD obtiene 10 escaños más que los obtenidos en esa fecha y el PvdA sube 9, cifras que les darían juntos 80 asientos en un Parlamento de 150.

Para la mayoría de analistas, las dos formaciones están llamadas a ponerse de acuerdo para formar un nuevo Ejecutivo, cuya composición sería extremadamente compleja en caso contrario. Con esos primeros resultados, el líder laborista, Diederik Samsom, se mostró dispuesto a apoyar una coalición estable "siempre y cuando los resultados electorales se traduzcan en un programa de Gobierno".

La victoria del VVD y los buenos resultados del PvdA —que es con claridad la fuerza más votada en Amsterdam— son un triunfo del europeísmo más tradicional, frente al discurso abiertamente contrario al euro de otras fuerzas.

La participación en los comicios fue menor que en anteriores convocatorias y se quedó en el 74,6%, frente al 75,4% de 2010, que ya fue el dato más bajo desde 1998.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento