La Obra Social de Ibercaja y la Fundación Rey Ardid han puesto en marcha el programa 'Vivir y compartir' para la convivencia no lucrativa entre estudiantes mayores de 18 años y personas mayores de 65, con la colaboración de la Universidad de Zaragoza (UZ) y el Ayuntamiento de la capital, que retoma uno anterior similar que no se ha aplicado en los dos últimos años.

La directora de la Obra Social de Ibercaja, Teresa Fernández, ha explicado en rueda de prensa que este programa "cubre necesidades múltiples" ya que "facilita que los jóvenes puedan acceder a una vivienda a un mínimo precio", alojándose con personas mayores que viven solas, son autónomas y tienen disponibilidad de una habitación, favoreciendo la convivencia entre ambos y "la ayuda intergeneracional".

Así, se beneficia tanto a las personas mayores "que viven solas y sus pensiones son pequeñas", como a los estudiantes que "tienen que salir de sus casas y para cuyas familias es complicado" asumir la manutención, la matrícula y otros gastos.

Fernández ha subrayado que "lo principal es la convivencia" y el intercambio, de forma que la persona joven "aporta su punto de vista de la sociedad de hoy, su alegría, sus contactos del día a día" y el mayor "su experiencia y sabiduría".

A su entender, el programa 'Ibercaja vivir y compartir' (iniciativaayuda.ibercaja.es/vivir) es "educación, solidaridad, compromiso y experiencia vital", de forma que quien se anima a participar en él "cubre necesidades y además se enriquece", en un momento en el que la sociedad y las familias "han cambiado" y la globalización "nos ha alejado a los padres, hijos, abuelos" y "el diálogo intergeneracional se ha complicado".

El presidente de la Fundación Rey Ardid, Alfonso Vicente, ha agradecido la colaboración de Ibercaja en un programa que no se ha podido ofrecer en los dos últimos cursos académicos y en el que la Obra Social de la entidad financiera asumirá el gasto de la psicóloga necesaria para este programa.

ÉXITO

Alfonso Vicente ha manifestado que este programa "de ninguna manera lo queríamos dejar", tras la experiencia adquirida durante cinco años, ya que ha sido "un éxito" puesto que entre los participantes se crea una amistad y una relación que se mantiene "a lo largo de todo el año", siendo la combinación que mejor resultado ha dado la formada por una mujer mayor y un chico joven.

Asimismo, ha indicado que hay un mes de prueba y, hasta ahora, en general, "han continuado", manteniendo una relación "como si fueran una familia". El presidente de la Fundación Rey Ardid ha recalcado la importancia de "hacer coincidir y compartir a dos generaciones, con lo que supone de enriquecimiento mutuo".

Además, ha subrayado el interés de este programa en un momento de crisis económica como el actual. Al respecto, el vicerrector de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Zaragoza, Fernando Zulaica, ha asegurado que este programa está "muy demandado" por lo que ha vaticinado que habrá una "ocupación plena de los pisos".

Ha agregado que este tipo de iniciativas contribuyen a favorecer que los alumnos de la UZ sean "buenos ciudadanos" y no solo buenos estudiantes, ya que si bien "el aspecto económico es importante, no es el fundamental" y quienes participan tienen "una forma de ser, de ver la vida, de relacionarse con las personas y quieren esa compañía".

Según ha apuntado, este programa contribuirá "a la formación de nuestros estudiantes", para argumentar que "hay que aprender a renunciar" porque eso "nos hace madurar y valorar las cosas en su justa medida".

El teniente de alcalde de Acción Social y Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza, Roberto Fernández, ha comentado que el consistorio va a colaborar a través de los centros municipales de servicios sociales, quienes darán cobertura a las necesidades que surjan, así como información y cooperación y la identificación de posibles candidatos.

También ha sostenido que este programa atiende determinadas necesidades y, además, es una oportunidad para que el estudiante "tengan la experiencia de una persona mayor, que le puede ayudar en muchos aspectos", mientras que esta última puede paliar su soledad y ganar en seguridad, una iniciativa que contribuye a la "solidaridad".

Extensión a huesca y teruel

La recuperación de este programa incluye también su extensión a las ciudades de Huesca y Teruel. De hecho, de las 25 peticiones que ya posee para este curso, una es de Huesca. En total, hay 15 estudiantes inscritos y diez personas mayores.

La psicóloga del programa se encarga de hacer la selección de los candidatos, cuya principal característica es la" normalidad", así como que estén motivados y su personalidad, ha apuntado el presidente de la Fundación Red Ardid. Asimismo, también se tiene en cuenta la proximidad de la vivienda al centro universitario.

Los estudiantes pagan 80 euros al mes, aunque también pueden recibir ayuda al respecto, y se comprometen a dedicar un tiempo a la persona con la que conviven.

Concretamente, los participantes en el programa adquieren una serie de compromisos perfectamente definidos para facilitar la convivencia, como horarios, normas de higiene y utilización de espacios comunes, así como el uso de tecnologías —teléfono e internet— y la habilitación de espacios y enseres necesarios para el estudiante. Los interesados en formar parte de 'Ibercaja Vivir y Compartir' deben tramitar su solicitud en la Fundación Rey Ardid.