Más de 100 malagueñas víctimas de violencia de género han sido atendidas a lo largo de los primeros ocho meses de 2012 a través de los diferentes recursos de acogida y protección que dispone la Junta de Andalucía, ya sean centros de emergencia, casas de acogidas de distintas provincias andaluzas o pisos tutelados. En 2011, fueron 144.

En una visita a uno de los pisos, la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Estefanía Martín Palop, ha explicado que el primer paso de las mujeres víctimas de malos tratos son los centros de emergencias que hay en todas las provincias, que cuenta con un equipo multidisciplinar que valora, "siempre con la decisión de la mujer", la situación.

En este sentido, ha señalado que es "muy importante" que ella "sea dueña de su destino, de lo que va a hacer", por lo que profesionales como psicólogos o trabajadores sociales valoran los riesgos y abordan con la mujer "lo que se puede hacer, si va a seguir el procedimiento de casas de acogidas y pisos tutelados y si quiere salir fuera de la provincia".

Así, 105 mujeres víctimas de malos tratos fueron atendidas en el centro de emergencia en Málaga en 2011; mientras que hasta agosto de 2012 fueron 70. Por otro lado, 90 malagueñas recibieron atención en Málaga en 2011 en el centro de emergencia y 19 en otros del resto de Andalucía. Hasta agosto, han sido 74 las malagueñas atendidas en centros de emergencia de la Comunidad.

Martín Palop ha explicado que el 90 por ciento de las mujeres que entran en estos centros de emergencia "lo hacen de una forma totalmente inmediata", por lo que la atención es "urgente ante la necesidad de salir de la casa" propia. Ha destacado que la atención es siempre individualizada y es "el equipo técnico y el recurso el que se adapta a las mujeres, porque cada situación de violencia es distinta".

Tras un tiempo en estos centros, que varía en función de cuándo las mujeres presenten la denuncia, pasan a la casa de acogida, donde "se establecen unos compromisos para que ella sea dueña de su superación y del proceso", ha indicado Martín, quien ha señalado que las malagueñas nunca se quedan en los pisos de acogida de Málaga, sino que van fuera de la provincia.

Así, 27 mujeres estuvieron en casas de acogida en Málaga en 2011 y 20 en lo que va de año; mientras que fueron 34 las malagueñas que fueron a casas de acogida de otras provincias el pasado año y 26 hasta finales de agosto de 2012. Aunque la media es de cuatro o cinco meses, no hay plazo máximo para estar en estos pisos, que en Málaga ofrecen 49 plazas.

"Ellas empiezan poco a poco a ser más autónomas, empiezan a ser independientes", ha indicado Martín Palop, quien ha precisado a los periodistas que las mujeres siguen con terapias individuales y grupales, además de asistir a cursos e intentar buscar trabajo, ya que lo que se pretende es "que la normalización en la vida sea la máximo posible".

Los pisos tutelados, que en Málaga solo hay uno con seis plazas, se dan a las personas "cuya situación ha sido muy extrema y no han logrado durante todos los meses anteriores romper y conseguir ser autónomas", ha asegurado la coordinadora del IAM, quien ha insistido en que la violencia de género "no tiene perfil de edad ni social ni económico ni cultural".

Ha asegurado que "no queremos mujeres heroínas, mujeres que vayan contra todo, sino que la sociedad sea más consciente y que todos los componentes sean partícipes y facilitar la denuncia". Además, ha señalado que los niños "son conscientes" de la situación y tienen su propio programa de tratamiento. En Málaga, son 150 los familiares atendidos hasta agosto de 2012 y fueron 176 en 2011.

Salir adelante

Según los seguimientos que se realizan durante un año a las mujeres que ya han cumplido todo el proceso, entre un 75 y un 80 por ciento no vuelve con su agresor. Marta —nombre ficticio— es una chica de 30 años que ya vive fuera de estos recursos y que asegura que ahora "tengo mi vida, tengo mi libertad, mi casa y mis hijos", tras dejar atrás una situación de malos tratos.

Ha explicado que estuvo nueve o 10 años con su pareja y que los malos tratos comenzaron al año y medio. Tuvieron un hijo, pensando que así se recuperaría la relación, pero no fue así. Con el segundo hijo la situación "empeoró". Denunció una vez a su agresor, pero volvió y fue con la ayuda de una vecina cuando pudo dar el paso hasta ser ahora "una persona normal".

Otra mujer, que sí vive aún en uno de los pisos de acogida, ha indicado que todo iba bien al principio, pero después de tres años cambió y tras ocho años la situación "llegó a ser horrible". "No tienes tranquilidad, es un infierno, una situación que destruye a todo el mundo", ha asegurado, indicando que "hoy he dejado ese tipo de vida para empezar otra nueva".

Ha señalado que llegó un momento en el que "eso no era vida" y decidió terminar con la situación, en gran parte, por sus tres hijos. Ahora "me siento más segura, más tranquila aquí", ha aseverado, al tiempo que ha indicado que pretende hacer todos los cursos que pueda y trabajar en lo que pueda para sacar a su familia adelante.

RECURSOS

Martín Palop ha lamentado que desde el Gobierno central "se haya reducido un 21 por ciento los presupuestos para la prevención de violencia de género", mientras que ha destacado que, por contra, la Junta de Andalucía destina cinco millones de euros a la protección y la atención a estas mujeres, "sin olvidar la prevención, porque no queremos que se baje la guardia".

Además, ha asegurado que determinados jueces "protegen en exceso la custodia y que esos padres que son agresores sigan viendo a los menores". Asimismo, ha abogado por "no duplicar recursos", en referencia al número de atención puesto en marcha por la Diputación, sino por "colaborar, ir todos a una, que no hay colores en esto, sino salvaguardar sus vidas".

Por su parte, el delegado de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, ha destacado que este tipo de servicios son "fundamentales y mantenerlos en épocas de crisis es más importante todavía". Ha apostado por "hacer un esfuerzo en servicios que son esenciales y en este lo hacemos", añadiendo que no se producen recortes en estos recursos.