Intercambio, cooperativas, préstamos... las alternativas para ahorrar en libros de texto

Una joven buscan entre las estanterías de una librería.
Una joven buscan entre las estanterías de una librería.
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Una joven buscan entre las estanterías de una librería.

La crisis económica, la reducción de ayudas y la subida de los impuestos han convertido la vuelta al colegio de este año en una tarea casi imposible para los hogares españoles. La compra de los libros de texto, además del encarecido material escolar, agudiza el ingenio de los padres para ahorrar unos euros en la cuesta de septiembre.

A pesar de que este tipo de publicación se libra de la subida del IVA, los manuales escolares han subido este curso un 2,39% y las ayudas se han recortado en un 75%, según los datos de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele). Un incremento cinco décimas menor que el año pasado, pero que sin duda repercutirá en el bolsillo de las familias.

Así, el coste de los libros es de 215 euros de media para la Educación Primaria, una cifra que se eleva a más de 300 euros para los alumnos de Secundaria, según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). "Con la subida de los precios y el grave recorte de las ayudas, al menos un tercio de las familias no podrán comprar libros de texto", explica Jesús María Sánchez, de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa).

El papel de los colegios e institutos públicos también es fundamental. "Los centros deberán replantearse la necesidad de recurrir a publicaciones escolares para todas las asignaturas", asegura José Luis Pazos, presidente de la FAPA Francisco Giner de los Ríos, en Madrid. "Por ejemplo, en Educación Física nunca se ha estudiado con libros, hasta que las editoriales publicaron sus ejemplares y los colegios se lanzaron a comprarlos", detalla.

Además, Pazos considera que el apoyo de las instituciones este año es un "parche mínimo" para que llegue a todas las familias que lo necesitan. Sin embargo, las ayudas varían según las comunidades autónomas. Mientras que Madrid quiere fomentar el préstamo y ha anunciado aportaciones entre 1.500 y 10.000 euros a los colegios, en Andalucía y Navarra los libros de texto seguirán siendo gratuitos para todo el alumnado de la enseñanza.

Las alternativas a estos elevados precios varían según las necesidades de cada familia:

  • El trueque o intercambio de libros: esta práctica ha aumentado respecto a años anteriores y asociaciones de padres y vecinos y grupos como el 15-M organizan cada vez más reuniones para conseguir ejemplares escolares gratuitamente. "Este mes han recurrido a nosotros muchas más familias que el año anterior", explica el responsable de la biblioteca del CSO Casablanca. Este centro social organiza cada miércoles un mercadillo donde los padres cambian los libros que ya no necesitan sus hijos por los ejemplares para el nuevo curso escolar. Además, Internet es una gran ayuda en este caso, donde se ha popularizado el trueque de libros. Mientras que un joven de Alicante ha creado una página web para intercambiar libros de texto de forma gratuita, la web Ahorraenlibros es un tablón virtual para encontrar el material educativo necesario.
  • Cooperativas: para tratar de ahorrar ese gran gasto que supone la compra de libros de texto, cada vez son más los colegios que se organizan en cooperativas. Se trata de grupos, gestionado tanto por los padres como por los profesores, donde se paga una cantidad de dinero al año y los docentes elaboran el material didáctico con el que trabajarán los alumnos a lo largo del curso escolar. De esta forma, se evita comprar ejemplares de libros de texto y los contenidos se adaptan mejor a las necesidades de los niños.
  • Préstamo de libros: en la gran mayoría de los países se practica el préstamo, es decir, el Gobierno concede ayudas a las regiones y éstas las distribuyen o bien entre los colegios o directamente a las familias. Los centros les proporcionan los libros durante el curso a los alumnos, no pueden escribir sobre ellos y deben tratarlos bien y devolverlos al final del curso. En Alemania, los gastos para los materiales didácticos (libros de texto, etc.) son compartidos entre la administración pública y los padres, recayendo la mayor carga sobre el Estado. El mismo sistema se aplica en Francia, donde además existe un importante mercado de segunda mano y se le concede una mayor importancia a los materiales complementarios que se elaboran en los centros, explican desde Anele. Un sistema similar practican en Reino Unido, donde los profesores reparten el material didáctico necesario para el curso y creado por el propio colegio. "Lo que queda claro es que fuera de España el sistema de subvenciones para libros de texto está más reforzado", explica un portavoz de los editores. "Por ejemplo, en Holanda las ayudas superan los 200 euros por familia", asegura.
  • Libro electrónico: pese a que aún no es una práctica muy extendida, la edición digital de libros de texto ha sufrido un importante desarrollo en los últimos años. Según Anele, en los últimos dos años se ha pasado de 107 referencias a las 2.694 presentes en su catálogo para el curso 2012-2013. Es decir, en dos años, el número de libros educativos en formato digital se ha multiplicado por veinticinco, y ya representan aproximadamente el 20% de los manuales del alumno disponibles en papel.
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