Una quincena de personas de la plataforma 'Tanquem Cofrents' se ha concentrado este sábado a las puertas de la Delegación de Gobierno de la Comunitat en Valencia para exigir el cierre "inmediato" de las centrales nucleares de Cofrentes y Garoña.

Así, unos quince activistas con la cara pintada con el símbolo de peligro nuclear han exhibido una pancarta en la que se podía leer 'Tanquem Garoña. Tanquem Cofrentes', además de cantar varios lemas antinucleares y por un sistema eléctrico 100 por cien renovable. Asimismo, esta concentración también se ha llevado a cabo ante la central nuclear de Almaraz (Cáceres), mientras que el domingo se hará lo mismo ante la central de Garoña.

De esta forma, según ha indicado el portavoz de la plataforma 'Tanquem Cofrents', Jose Juan Sanchis Serrano, estas acciones se realizan con motivo de los recientes descubrimientos de grietas, debida a defectos de fabricación, en la vasija del reactor de la central belga de Doel-3, cuyo fabricante suministró también la vasija y otros materiales a las centrales de Cofrentes y Garoña.

Por ello, han exigido que se paren "de inmediato" ambas centrales "para que se realicen las mismas pruebas que han detectado unas 9.000 grietas de hasta tres centímetros en la pared de la vasija de Doel-3". Así, Sanchis ha indicado que estas pruebas "no tienen nada que ver" con las inspecciones rutinarias de las soldaduras de la vasija "sino que deben afectar a toda la superficie de las paredes de la vasija y deben hacerse desde dentro de esta".

De este modo, la plataforma ha refutado las afirmaciones por parte de la dirección de la central de Cofrentes en las que se decía que no puede ocurrir este problema porque las piezas de la vasija tienen forma distinta, "ya que el problema afecta al material base y por tanto la emrpesa holandesa fabricante de las piezas de la vasija podría haber cometido el mismo error con el material destinado a Cofrentes, Garoña, así como en una veintena de centrales más en todo el mundo".

Por último, han denunciado que Iberdrola vuelva a poner una parte de sus "inmensos" beneficios económicos "por encima de la seguridad de sus trabajadores y de la población con la aquiescencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).