La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pronunció este jueves un discurso en el Salón de las Mujeres Argentinas de la Casa Rosada, donde iban a tratarse asuntos relacionados con el medioambiente. Pero en su alocución, que se prolongó durante 48 minutos, Fernández de Kirchner abordó temas variados, desde los pañales —a propósito de la visita a Argentina del CEO de Procter & Gamble— a la producción de Biblias. Y en un momento destacado de su discurso llegó a decir. "Sólo hay que tenerle temor a Dios... y a mí un poquito".

Kirchner había acudido al acto para anunciar la entrega de recursos a 15 municipios para la gestión integral de residuos sólidos urbanos.

Pero durante su discurso no quiso dejar pasar la ocasión de reprochar a los funcionarios que no hablasen directamente con ella cuando surgen problemas como los que han frenado últimamente el saneamiento de la cuenca de Riachuelo.

"La verdad, una sola recomendación a mis funcionarios cuando se encuentren con situaciones de esta naturaleza", afirmó la presidente argentina en su discurso. "Dios está en el cielo, acá en la Tierra somos todos hombres y mujeres con responsabilidades institucionales. Y cuando nos encontramos con situaciones de esta naturaleza debemos articular las presentaciones (...) No hay que aterrorizarse, solamente hay que tenerle temor a Dios, y a mí en todo caso también un poquito".

"Cuando suceden cosas de esta naturaleza, por favor, se comuniquen conmigo para explicarme qué es lo que está pasando", insistía Cristina Fernández. "Muchas veces los funcionarios me dicen: "no queríamos molestarla", miren a mí lo que más me molesta es que no se hagan las cosas, o que se hagan mal. (...) Permítanme que sea yo la que evalúe, que soy la Presidenta de la Nación, y la que lo he designado a cada uno de ustedes si es importante, o no es importante y si lo podemos solucionar o no. Nunca me gustó que tomen decisiones por mí".

El discurso completo puede consultarse en la web de la Casa Rosada y también puede verse en YouTube. Y contiene otra serie de perlas, como considerar a los pañales desechables como factor para la "liberación femenina" y ponerlos a la altura de los anticonceptivos. "Y que me perdone la Santa Madre Iglesia", se disculpa Kirchner.