La inhibición o la ausencia del gen parp-1 consigue detener el avance del cáncer, según han comprobado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad de Granada.Los trabajos de estos investigadores han logrado demostrar que la inactivación de esta proteína, que interviene en la reparación de las lesiones del ADN, retrasa el crecimiento del carcinoma experimental. Para su trabajo, los científicos provocaron cáncer en ratones de experimentación normales y en otros deficientes.
De esta forma, los expertos vieron que la ausencia del parp-1 disminuye la velocidad con la que se originan los tumores, ya que evita la presencia de la inflamación que contribuye a la proliferación de células del tumor.
Con este hallazgo, que se dio a conocer ayer, se abre la posibilidad de diseñar nuevas estrategias que inhiban la proteína para detener el avance del cáncer.
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